El tenis italiano vive un momento de gracia que quedó refrendado en el Abierto de Francia con la clasificación de Jasmine Paolini a su primera final de un Grand Slam que consagró a su compatriota Jannik Sinner como nuevo número uno del mundo.
Mientras Sinner se prepara para su partido ante el español Carlos Alcaraz por el pasaje a la final, Paolini ya se instaló en la definición al superar por 6-3 y 6-1 a la rusa Mirra Andreeva.
La italiana se llevó un partido en el que su oponente, de 17 años y trigésimo octava del escalafón, no pudo repetir lo hecho en cuartos de final frente a la bielorrusa Aryna Sabalenka, número dos del mundo.
Paolini, que alzó su primer título WTA 1000 en Dubai este año y llegó a Roland Garros en el decimoquinto puesto del ranking y nunca había superado la segunda ronda, se irá de París en el séptimo escalón del escalafón, pase lo que pase en la final ante la favorita polaca Iga Swiatek. Si le gana, será la quinta del mundo.
La italiana de 28 años intenta emular a sus compatriotas Francesca Schiavone, campeona del Abierto de Francia en 2010 y finalista en 2011, y Sara Errani, que accedió a la final en 2021.
Errani es la compañera con la que Paolini buscará instalarse en la final del doble femenino, cuando choquen con la ucraniana Marta Kostyuk y la rumana Elena-Gabriela Ruse, mientras que por la otra llave lo harán las estadounidenses Caroline Dolehide y Desirae Krawczyk ante la checa Katerina Siniakova y la también estadounidense Cori "Coco" Gauff.
Esta última tendrá así la oportunidad de tomarse revancha tras la semifinal perdida frente a Swiatek, número uno del mundo y defensora de la corona en el torneo que conquistó en 2020, en 2022 y en 2023.
Paolini es la primera italiana en instalarse en una final de un Grand Slam desde que sus compatriotas Flavia Pennetta y Roberta Vinci chocaron por el título del US Open en 2015.
"Es una sensación increíble acceder a una final de un Grand Slam. Parecía imposible, pero es una realidad. Nunca soñé con esto, pero aquí estoy y es algo muy loco", confesó quien tratará de cortar una racha de 20 partidos ganados en Roland Garros de Swiatek.
Paolini perdió sus dos duelos previos (en Praga en 2018 y en el US Open de 2022), ambos en set corridos frente a la campeona de los WTA 1000 de Madrid y de Roma, que busca convertirse en la primera en celebrar tres coronas en fila en Francia desde que la belga Justine Henin lo logró entre 2005 y 2007.
Swiatek, que había pasado algún sobresalto ante la japonesa Naomi Osaka en segunda ronda (debió remontar un match-point), luce recuperada y lo refrendó con un categórico triunfo por 6-2 y 6-4 ante Gauff, tercera del ranking que llegó a estar en ventaja en el segundo parcial, pero terminó sucumbiendo en una hora y 37 minutos.
"Coco es una rival muy dura y muy competitiva y seguramente vamos a tener muchos más enfrentamientos", reconoció la polaca, que la venció por undécima vez en 12 duelos.
Swiatek, de 23 años, admitió que mejoró su juego y se siente más confiada y más suelta a medida que avanza en el torneo, en el que busca alzar su quinta corona de la temporada y la vigésimo segunda de su carrera.
Dos cosechó hasta el momento su próxima rival, que se tomó revancha hoy de Andreeva (la había derrotado en el único duelo previo que animaron, en el WTA 1000 de Madrid) y a la que hoy superó sin atenuantes al cabo de una hora y 13 minutos.
Seis de sus diez victorias sobre polvo de ladrillo las celebró en Roland Garros, donde venía de eliminar a la kazaja de origen ruso Elena Rybakina, cuarta del ranking femenino, al cabo de tres sets.
"Estaba bastante nerviosa antes de salir a la cancha, pero preparada para enfrentar a Mirra, que tiene un juego muy consistente. Traté de impactar la pelota y moverme rápido y pelear punto por punto. Cuando logré quebrarle el servicio en el primer set, comencé a soltarme más", confesó Paolini.
Sin perder la sonrisa que la acompaña en todo momento, la italiana reconoció que la espera su mayor desafío, pero destacó: "Soñar es lo más importante en la vida y en el deporte. Estoy muy feliz e intento disfrutar este momento".
"Quiero darle las gracias al público por el apoyo -dijo- y también y a todos los italianos que me vieron jugar desde sus casas" y que seguramente esperan con ansiedad por volver a verla en acción.
Antes de jugar el partido más importante de su carrera el sábado, la italiana buscará mañana su pasaje a la final del dobles femenino del domingo, día en el que Roland Garros consagrará también al nuevo campeón en el torneo de individuales masculinos.
En esa final y buscando calzarse la corona que dejó vacante el serbio Novak Djokovic. tras su retiro forzado del torneo por una lesión en la rodilla derecha que sufrió en octavos de final y de la cual fue operado hoy con éxito, estarán el ganador del duelo que disputarán el noruego Casper Ruud (7), finalista en las pasadas dos ediciones, y el alemán Alexander Zverev (4) y el vencedor de Sinner-Alcaraz.
Italia estará haciendo fuerza por el flamante líder del ranking que buscará coronar su gran momento con un nuevo título tras conquistar su primer Grand Slam en el Abierto de Australia, aunque como para que nadie se pierda detalle de lo que ocurre en Roland Garros, también habrá otros dos tenistas "azzurros" en una definición.
Serán Simone Bolelli y Andrea Vavassori, vencedores por 7-5, 2-6 y 6-2 de la dupla integrada por el indio Rohan Bopanna y el australiano Matthew Ebden, e instalados en la final del doble masculino tras vengarse de los rivales que los habían superado en la del Abierto de Australia.
Los italianos esperan por el ganador del choque que animaban el salvadoreño Marcelo Arévalo y el croata Mate Pavic ante la dupla integrada por el argentino Horacio Zeballos y el español Marcell Granollers.
"No tengo idea de qué es lo que está pasado y lo digo de corazón: No tengo palabras para explicar estos éxitos y para expresar mi emoción", resumió Angelo Binaghi, presidente de la Federación italiana de tenis y padel, al recordar que "nos decían que los italianos no éramos capaces de ganar medio partido y ahora ¿Qué dirán?".
"Espero que esto no sea un sueño, pero si así fuese, no quiero que me despierten", completó el dirigente al reconocer como gran artífice de esta actualidad del tenis italiano a Sinner, integrante del equipo "azzurro" que conquistó por segunda vez la Copa Davis en noviembre luego de 47 años de espera. "Es todo mérito de Jannik y gracias a él es que el tenis italiano sigue creciendo. Jamás imaginé que nuestro país tendría a un número uno del mundo y que su consagración llegase tan rápido", comentó Binaghi, que espera seguir celebrando y tiene motivos para hacerlo.
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