Napoli presentó hoy en sociedad a Antonio Conte, con el que intentará recuperar la gloria perdida y por el que apostó apelando a un pasado de gloria que lo vio conquistar tres "scudettos" como técnico de Juventus, uno con Inter y consagrarse campeón en la Premier League con Chelsea.
Conte, de 54 años, tuvo una experiencia como conductor de la selección nacional que hoy entrena Luciano Spalletti, quien arribó a la "azzurra" catapultado el título de campeón de Italia que celebró con Napoli luego de 33 años de espera en 2022-23.
Ni el francés Rudi Garcia, ni Walter Mazzarri, ni Francesco Calzona, que pasaron por Napoli en la temporada anterior, lograron repetir el brillo del equipo que al mando de Spalletti arrasaba con sus rivales.
Pese a que el plantel sufrió muy pocas modificaciones, Napoli pareció perder la memoria y ahora tratará de recuperarla con la ayuda de Conte, que firmó contrato por tres temporadas, hasta el 30 de junio de 2027, lo cual indica que el club presidido por Aurelio De Laurentiis apuesta a un proyecto a largo plazo.
Los antecedentes de Conte le otorgan ventaja y como para que no queden dudas de cuáles serán los objetivos, el DT aclaró: "En la historia, sólo quedan aquellos que ganan".
"Yo crecí en la calle y eso me enseñó a afrontar todo tipo de dificultades sin la ayuda de nadie para resolverlas. Debes saber arregláterlas solo", explicó en una entrevista previa en la que repasó su carrera profesional, incluida su etapa como futbolista.
En ese rol, Conte celebró cinco títulos en Serie A con Juventus, cuatro Supercopas de Italia, una Copa Italia, una Copa UEFA, una Champions League, una Supercopa de Europa, la Copa Intertoto y la Copa Intercontinental.
Títulos que lo catapultaron a la selección nacional, con la que fue subcampeón mundial en Estados Unidos 1994 al mando de Arrigo Sacchi y subcampeón de la Eurocopa en 2020.
"A Sacchi le tengo un gran aprecio y una enorme admiración por su manera de transmitir la pasión por el fútbol, así como su deseo de 'aggiornarse' permanentemente para estar un paso adelante de los demás. No dejaba librado nada al azar", recordó Conte.
"Esos conceptos son los que intenté hacer propios, imitando su obsesión, que en el fútbol es algo positivo", destacó al recordar la final perdida por penales ante Brasil en Pasadena en el Mundial de 1994: "Cuando eres joven no comprendes que quizás no vuelvas a tener una oportunidad así. Yo, en ese momento, pensaba que la tendría, pero no fue así".
"Cuando juegas finales con un club o con una selección, debes entender que podría ser la única de tu vida y debes jugarla como si fuese la última porque en la historia quedan sólo los que ganan y esa vez el que quedó en la historia fue Brasil", explicó.
De su experiencia como técnico de la selección italiana y su adiós al final de la Eurocopa de 2016, recordó: Fue difícil despedirme porque se había creado una verdadera familia y eso nos permitió disimular que no éramos el equipo más fuerte, aunque teníamos el deseo de demostrar que no éramos menos que ninguno".
"Después de esa experiencia había dicho que quería volver a entrenar un club y firmé con Chelsea. Si no lo hubiese hecho, no me hubiera alejado de la selección", confesó.
"La vida siempre te lleva por distintos caminos, como me sucedió cuando dejé Juventus para dirigir a la selección. En Inglaterra gané la Premier League y la FA Cup. Siempre puedes tomar decisiones de las cuales te arrepientas, pero cuando ganas esas dudas quedan de lado", completó.
A ese pasado exitoso apuesta Napoli para la "resurrección", tal como reconoció hoy Gaetano Manfredi, alcalde de Nápoles, al afirmar que Conte "es un grandísimo profesional y un ganador nato".
Su elección, continuó Manfredi, "refleja la voluntad del presidente De Laurentiis de apuntar a lo más alto, como debe ser en Napoli".
Según informó la prensa italiana en la víspera, Conte percibirá unos 6,5 millones de euros anuales más bonificaciones en Napoli, con el que afrontará una temporada en la que el objetivo será pelear por el "scudetto" y por el título de la Copa Italia dado que el equipo no se clasificó a ninguna competencia europea.
Al mando del nuevo entrenador, Napoli iniciará su pretemporada el 11 de julio en Dimaro, Trentino, para cuando espera tener definido el arribo de refuerzos al plantel que espera retener al capitán Giovanni Di Lorenzo y al georgiano Khvicha Kvaratskhelia.
Ya es segura la partida del nigeriano Victor Osimhen, "capocannoniere" hace dos temporadas que partirá a cambio de 130 millones de euros, y en reemplazo del cual el apuntado por Conte es el belga Romelu Lukaku, a quien ya dirigió en Inter en 2020-21.
Casi como un guiño y a punto de cumplirse el plazo de su préstamo a la Roma a fin de mes, Lukaku consideró hoy a Conte como el mejor entrenador que tuvo en su carrera, aunque no despejó las dudas respecto de cuál será su próximo destino.
"En mi cabeza ya lo tengo resuelto y mi futuro dependerá de cómo sea mi relación con el entrenador", afirmó el belga al aclarar que "a muchas personas le gusta hablar, tal vez porque no tengo un apoderado oficial, pero seré yo quien decida porque tengo el control de mi situación".
En diálogo con "Het Laatse Nieuws", el goleador afirmó que "el regreso al Anderlecht sucederá antes de lo que muchos imaginan", al recordar que "dejé Bélgica cuando tenía apenas 18 años y extraño a mi madre y a mis hijos".
La posibilidad de que Osimhen pase al Chelsea (lo pretenden también París Saint-Germain y Arsenal) favorecería el arribo de Lukaku al Napoli, del cual se alejaría el delantero argentino Giovanni Simeone, poco utilizado por los entrenadores que pasaron por el club en estatemporada.
El mexicano Santiago Giménez, autor de 23 goles en el campeonato neerlandés que consagró al Feyenoord, es otro delantero en la mira del Napoli, del que también se irían el zaguero brasileño Natan, el portugués Mario Rui y el noruego Leo Skiri Ostigard.
Quien confesó sentir envidia, "no sólo por el arribo de Conte al Napoli, sino por el del ítalo-brasileño Thago Motta a Juventus" es el viceprimer ministro y líder de la Liga (ex Liga Norte), Matteo Salvini, aún cuando destacó que "soy y seré por siempre fanático del Milan".
Salvini, en cambio, le bajó el pulgar a Lukaku cuando le preguntaron si le gustaría verlo algún día con la casaca del club "rossonero" y respondió: "No me gustan mucho los jugadores que cambian 18 veces de equipo".
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