El club rojinegro envió una nota a ANSA para asegurar que su proyecto no tiene incompatibilidades con el del Inter, pues ambos estadios estarán separados por 13 kilómetros.
La nota destaca que en ciudades como Londres conviven ocho estadios separados por menos distancia.
Además, la propuesta del Milan se presentó en un terreno privado y edificable y el área, aclara el comunicado, no se encuentra dentro del Parque Agrícola del Sur de Milán y tampoco es un espacio verde, ya que actualmente está abandonado y degradado.
Sport Life City (la empresa controlada por Milan y propietaria del terreno) está trabajando con la Policía Estatal y el Municipio de San Donato para recuperar toda la zona y hacerla segura, liberándola de la delincuencia y los malos hábitos, subraya el texto.
Por último, Milan remarca que la zona no sólo cuenta con infraestructuras como la estación de San Donato (accesible mediante el enlace ferroviario) o la parada de metro MM3, sino que también se puede llegar a través de la autopista A1 y de la circunvalación preexistente de Metanopoli, con estudios recientes sobre los flujos de tráfico que no han puesto de relieve dificultades para acceder al estadio.
En tanto, el presidente del Senado, Ignazio La Russa, lamentó que "el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, causó innumerables líos en el estadio".
"La política está hecha para decidir, no para posponer. Debería haber dicho inmediatamente: el estadio de San Siro es un patrimonio y no se puede tocar", cuestionó La Russa ante Telelombardia.
La Russa respondió luego si algún día sería alcalde de Milán: "ese cargo es lo más bonito del mundo, pero no estoy hecho para la política administrativa. Ni siquiera me postulé para el concejo municipal", recordó el presidente del Senado.
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