La Fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) a cargo de Giuseppe Chiné abrió una investigación por apuestas ilegales relacionadas con la sospechada expulsión de Nicola Bellomo en la revancha de los "play-out" de la Serie B entre Ternana y Bari que decretó el cuarto y último descenso a tercera división.
Una expulsión que llegó a los 78' de un partido que Bari ya ganaba por 3-0 como visitante el 23 de mayo y se aseguraba un lugar en la segunda categoría pues había empatado 1-1 como local en el duelo de ida disputado el 16 de mayo.
Lo que llamó la atención fue que Bellomo se hizo expulsar estando en el banco de suplentes tras mantener un acalorado entredicho con un alcanza-pelotas y porque una hora antes de iniciarse el partido las apuestas pagaban 24 euros por cada uno apostado si ese mismo jugador veía la tarjeta roja y crecían a ritmo vertiginoso.
La "coincidencia" no pasó desaparcibida, pues el airado reclamo de Bellomo al alcanza-pelotas por hacer supuestamente tiempo no tenía razón de ser, dado que favorecía a su propio equipo. Por su expulsión, el futbolista recibió una fecha de suspensión y una multa de 5 mil euros, aunque ahora su situación podría compllicarse.
La investigación del hecho se decidió al día siguiente de que la justicia deportiva italiana ordenase abrir un expediente contra cuatro futbolistas (Christian Diego Pastina, Francesco Forte, Gaetano Letizia y Enrico Brignola) por haber efectuado apuestas ilegales sobre resultados de partidos oficiales en Italia y en las Ligas extranjeras en las temporadas 2021-22 y 2022-23.
La Liga de Serie B, de inmediato, expresó su compromiso en la lucha contra un flagelo que "amenaza la credibilidad del torneo" y en colaborar con los organismos creados por el Ministerio del Interior para combatir este delito.
En esta misma temporada, algunos jugadores de la Serie A se vieron involucrados con las apuestas ilegales, entre ellos Nicoló Fagioli, de Juventus, quien acaba de completar una sanción de siete meses, y Sandro Tonali, ex Milan y hoy en Newcastle que cumplirá los diez meses de suspensión en agosto.
Por este motivo, ambos fueron desafectados en su momento de la selección nacional.
Fagioli apenas regresó a las canchas en las últimas dos fechas del campeonato y hoy, en una entrevista con Walter Veltroni publicada por la "Gazzetta dello Sport", habló sobre el calvario que afrontó para luchar contra la ludopatía.
"El principal problema es que ya no era dueño de mis acciones.
El juego me había devorado la vida y se había convertido en una pesadilla", confesó Fagioli, pese a lo cual se consideró "un muchacho afortunado respecto de otros de mi edad que viven en condiciones más dramáticas que la mía".
"No quiero ser hipócrita y debo admitir que me devoró un vacío que no distingue por clase social, ni premio o absuelve en base al talento. Me sentía ahogado, pero no encontraba la manera de salir de todo esto", completó el futbolista, que se comprometió a someterse a un tratamiento contra esa adicción.
"Lucho cada día contra mis demonios, pero sé que venceré", afirmó Fagioli, a quien el técnico de la selección italiana, Luciano Spalletti, volvió a convocar de cara a la Eurocopa que se jugará en Alemania.
El mediocampista reconoció que "todo comenzó como un simple juego", pero aclaró que "si bien apostaba mucho, nunca lo hice sobre mí o sobre mi equipo, porque esos son principios en los que creo y jamás violé y porque pensaba que las dos cosas iban por caminos separados. Nunca le hice daño al deporte o manipulé una situación en cancha en función de una apuesta".
Fagioli reconoció que cayó en las garras de la ludopatía "por aburrimiento, aunque parezca absurdo, porque después de entrenar durante cuatro o cinco horas te sientes vacío si no tienes otros objetivos en la vida y de eso no te protege ni siquiera el éxito".
"Yo perdí por completo el control sobre mí mismo en enero de 2023, cuando por culpa de esta adicción jugaba mal y me entrenaba peor porque tenía la cabeza en otra cosa. Me sentía culpable y avergonzado y por eso no hablaba del tema con nadie", completó.
"Hoy, me siento liberado. Este tornado que me puso entre la espada y la pared, me obligó a crecer y a asumir la responsabilidad. Con la ayuda de mi terapeuta estoy saliendo adelante, buscando dentro mío las razones por las cuales no lograba encontrar antídotos dentro mío para combatir esa sensación de vacío y de aburrimiento", afirmó.
ROI
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