"Cuando empecé no era así. Jugaba con un sistema que aprendí en Milan de Arrigo Sacchi. Era el 4-4-2. Por eso rechacé a Roberto Baggio en Parma, porque quería jugar como enlace", recordó Ancelotti, que esta temporada ya ganó la Liga de España.
El entrenador de 64 años inició su carrera como DT en Reggiana, en la segunda división del "Calcio", tras lo cual pasó al Parma, al cual dirigió en las temporadas 1996-97 y 1997-98.
"En ese momento pensé 'no juego con enlace'. En esa época Baggio era uno de los mejores del mundo y rechacé porque quería jugar con dos delanteros. Fue un error", admitió Ancelotti en un reportaje con el diario inglés The Times.
"Intenté cambiar de idea cuando dirigí a Juventus (1998-2001, Ndr). Tenía a (Zinedine) Zidane y era el número 10. ¿Debía alinearlo a la derecha o a la izquierda? Imposible. Desde ese punto siempre tuve en cuenta las características de los jugadores para armar el esquema", explicó Ancelotti sobre el astro francés.
El periodista Martin Samuel entrevistó a Ancelotti durante una cena desarrollada en uno de los restaurantes favoritos del DT italiano, que en el estadio londinense de Wembley buscará guiar al Real Madrid a su decimoquinto título de la "Champions".
"Tener una sola identidad en el equipo es un límite. Jugábamos en la Champions contra el Shakhtar Donetsk de Roberto De Zerbi, un gran equipo", evocó Ancelotti sobre su colega y compatriota, quien acaba de alejarse del Brighton & Hove Albion.
"Lo que estaba haciendo con los laterales y en diversas posiciones era realmente bueno. Pero les dije a mis jugadores: 'quieren que los presionemos, no lo hagan, es lo que pretenden.
No los presionen y nos darán el balón'. No presionamos y ganamos 5-0", contó Ancelotti sobre un triunfo del Real Madrid ante el equipo ucraniano.
Ancelotti, que ganó la "Champions" dos veces como DT del Milan y otras dos al frente del Real Madrid, también indicó que prefiere mantener la calma durante los partidos porque, argumentó, "cuanto más gritas, menos te responden".
"El punto clave es que tengo mucha pasión, pero no estoy obsesionado. No me obsesiono en mi trabajo. Nunca lo estuve, no en cuanto al fútbol. Me gustó mucho, como jugador, como DT, pero no me vuelvo loco. Soy tranquilo. Es extraño porque habitualmente antes de un partido me pongo muy nervioso", reveló Ancelotti.
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