La venganza es un plato que se sirve frío, reza un dicho popular que aplicó hoy Manchester United al derrotar por 2-1 a Manchester City en la final de la FA Cup disputada en Wembley, escenario en el que su clásico rival lo había frustrado por idéntico marcador en la definición de la pasada edición del torneo.
Los "Diablos Rojos" sorprendieron a los flamantes tetracampeones de la Premier League y supieron capitalizar al máximo los poco habituales errores de los "Ciudadanos" para volver a calzarse la corona del torneo más antiguo del planeta por decimotercera ocasión, quedando a sólo un título del Arsenal, el club más laureado de la historia en la FA Cup.
Para alegría del escocés Sir Alex Ferguson, el decano entrenador del United que estuvo presente en Wembley, el equipo del neerlandés Erik ten Hag supo pegar en los momentos justos y se impuso ante los favoritos del español Josep Guardiola.
El argentino Alejandro Garnacho supo aprovechar la primera desinteligencia del City en defensa para poner en ventaja al United a los 30', tras lo cual festejó la conquista desafiando al público rival, situación que percibió su compatriota y zaguero Lisandro Martínez, quien rápidamente se acercó a él y lo retiró del lugar para evitar incidentes.
Apenas nueve minutos habían pasado desde la apertura del marcador cuando los "Diablos Rojos" volvieron a meter la cola y en un veloz contragolpe tomaron mal parada a la defensa de los "Ciudadanos" para decretar el 2-0 por intermedio de Kobbie Mainoo, que celebraron a rabiar los fanáticos del United, como no pudiendo creerlo.
Tampoco los del City, acostumbrados al éxito en estos últimos años con un equipo que parece jugar de memoria, pero al que hoy nada pareció funcionarle más allá del descuento del belga Jeremy Doku, habilitado por Phil Foden, que llegaría a los 87' de juego, demasiado tarde para impedir la primera derrota del equipo de Guardiola desde diciembre (sin contar los partidos que perdió por penales, como sucedió ante Real Madrid en cuartos de final de la Champions).
"Felicito al Manchester United por este título", reconoció Guardiola al final del partido en el que su equipo, como suele ser costumbre, acaparó la posesión de la pelota durante más del 70 por ciento del tiempo, pero no fue suficiente porque no le dio hoy destino cierto, ni logró plasmar ese dominio en jugadas de riesgo ante un rival que siendo más vertical, pegó en los momentos justos y marcó la diferencia.
"Creo que no planifiqué bien este partido", admitió el español, aún cuando destacó que el City "jugó mucho mejor en el complemento, con más intensidad que en el primero, en gran medida porque estábamos dos goles abajo y no teníamos nada que perder".
"Fue un partido duro, disputado, en el que intentamos y tuvimos algunas chances claras en el segundo período ante un adversario que se defendió bien. Lamentablemente, el descuento llegó un poco tarde", completó un Guardiola "decepcionado por la derrota en esta final en una temporada en la que peleamos por el título en todos los torneos que disputamos".
"Ahora toca descansar y volver fortalecidos en la próxima temporada", finalizó el DT del City que hoy mandó al ruedo al campeón mundial argentino Julián Alvarez a los 56' en reemplazo del belga Kevin De Bruyne, aunque quienes celebraron fueron sus compatriotas Garnacho y Martínez, quienes dejaron la cancha antes del final.
Para el United, esta consagración representa una bocanada de oxígeno en una temporada en la que lograron apenas el octavo puesto en la Premier League, porque ganar la FA Cup les garantizó al menos un pasaje a la próxima Europa League (si hubiese ganado el City, el boleto hubiese caido en manos del Chelsea, que jugará la Conference League, que no jugará entonce Newcastle).
"Fue una temporada difícil, con muchos altibajos, y esta victoria demostró que pese a todo podemos competir al más alto nivel y ganar", resumió Mainoo, al destacar que "estoy muy feliz por el gol, por el triunfo y porque hace un año estaba viendo la final en la tribuna y hoy la jugué".
"Felicitaciones a todo el plantel. Hoy jugamos con personalidad y demostramos de lo que podemos ser capaces ante el mejor equipo del mundo", comentó por su parte Ten Hag, muy cuestionado hasta hoy por la opaca campaña de los "Diablos Rojos".
"Hoy teníamos que demostrar que podíamos después de sufrir tantos reveses y la resiliencia del equipo me hace sentir orgulloso", agregó el entrenador neerlandés al reconocer que el "haber vencido al clásico rival le da un tinte aún más importante, pero no se trataba de eso esta final".
"Era nuestra última oportunidad de lograr algo en esta temporada", reconoció también el capitán Bruno Fenandes, al recordar que "jugamos esta final hace un año y no fuimos lo suficientemente buenos. Hoy tuvimos revancha ante un rival que tiene un excelente plantel y un gran entrenador", completó.
Hoy en Manchester festeja el United, que vuelve a ocupar el trono que había ocupado por última vez en la temporada 2015-16.
El City tendrá que esperar a la próxima oportunidad para intentar celebrar su octava corona en el torneo e igualar a Chelsea, Tottenham Hotspur y Liverpool, todos por detrás de los "Diablos Rojos" y de los "Gunners", los más laureados en la FA Cup.
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