Las lágrimas que no pudo contener Claudio Ranieri reflejaron la emoción que vivió en su despedida del Cagliari, del que se aleja tras garantizar su permanencia en la Serie A y cuyo público le tributo una ovación en el estadio antes de iniciarse el partido por la última fecha del campeonato italiano, que su equipo perdió hoy por 3-2 frente a Fiorentina en tiempo de descuento.
Un largo y sentido aplauso acompañó su ingreso al campo de juego del Arena Cerdeña, conocido también como Unipol Domus por razones de patrocinio, al que se sumaron sus jugadores, los de Fiorentina, su colega Vincenzo Italiano, la terna arbitral y obviamente el público de Cagliari que hicieron emocionar profudamente al entrenador.
Un adiós que Ranieri anticipó porque después de haber recorrido el mundo y de haber entrenado no sólo a Cagliari y también a Fiorentina, sino a Napoli, Roma, Sampdoria, Valencia, Atlético Madrid, Mónaco, Nantes, Fulham, Leicester y Watford, a los 72 años espera ahora por una chance de dirigir a una selección nacional.
Así lo confesó él mismo horas antes de su último duelo como conductor del equipo sardo, al que en su segundo ciclo ascendió a primera división en la pasada temporada tras disputar los "play-off" y logró mantener en la elite del "Calcio" con una dosis de sufrimiento, asegurando con apenas una fecha de anticipación la permanencia.
"Este partido ante Fiorentina será el último para mí como técnico del Cagliari y de un club, pero si, como dije alguna vez, me llegase una propuesta para dirigir a una selección, la tendré en consideración", afirmó en diálogo con Sky Sport, al confesar que "antes de que me llamase Cagliari, había recibido algunas ofertas que, no sé por qué, después no se concretaron".
"El destino quiso que mi carrera se cerrara en donde comenzó", destacó al agradecer a jugadores, dirigentes y empleados de Cagliari, pero fundamentalmente a los aficionados porque -dijo- "nunca nos dejaron solos, ni siquiera ante la dificultad que representa vivir en una isla, y nos acompañaron de local y de visitante".
Cuando confirmó su partida hace algunos días, Cagliari tuvo palabras de elogio y de agradecimiento para con el entrenador, que en su primera etapa en el club logró dos ascensos consecutivos de la tercera a la máxima categoría entre 1988 y 1990.
Su adiós hoy no pudo ser como todos hubiesen soñado porque Cagliari, que había logrado revertir un partido que arrancó perdiendo, pero terminó cayendo por 3-2 frente a una Fiorentina que marcó el gol del triunfo, de penal, en el decimotercer minuto adicionado.
El argentino Nicolás González había decretado el empate en dos cuando expiraba el tiempo reglamentario y su colega Lucas Beltrán sufrió la falta que el brasileño Arthur Melo trocó por el gol de la victoria desde los 12 pasos para el visitante en la agonía.
Giacomo Bonaventura abrió el marcador a los 39' para los dirigidos por Italiano, quien también se alejaría al final de la temporada en la que a Fiorentina le queda por completar un duelo pendiente con Atalanta y por jugar su segunda final consecutiva en la Conference League, ante Olympiakos el próximo miércoles en Atenas.
Para Cagliari, que había revertido el marcador con goles de Alessandro Deiola a los 64' y del zambiano Kingstone Mutandwa a los 85', la temporada se cerró y ahora será el momento de buscar un reemplazante de Ranieri y de reforzar un plantel que hoy contó con el colombiano Yerry Mina, con el uruguayo Nahitan Nández y con el ítalo-peruano Gianluca Lapadula desde el inicio.
En el visitante, además de los mencionados González y Beltrán, quienes ingresaron a los 56 y 74' respectivamente, saltaron al ruedo en el complemento su compatriota Lucas Martínez Quarta y Arthur, en tanto que el también brasileño Dodó jugó desde el inicio.
Fue en un partido que el argentino Gino Infantino observó desde el banco y en el que Italiano pareció regular energías pensando en la nueva final de la Conference League, razón por la cual le dio minutos de descanso a algunos titulares habituales.
Unos 17 mil aficionados se dieron cita en el estadio para el arranque de esta última fecha en la que Fiorentina se afirmó en el octavo puesto y se aseguró al menos la presencia en la próxima edición de ese mismo torneo continental, pues le sacó cuatro puntos de ventaja al Torino, su inmediato seguidor. (ANSA)
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