La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) dispuso hoy que se observe un minuto de silencio en todos los estadios en los que se disputen partidos de todas las categorías en homenaje a los cinco trabajadores fallecidos el lunes en Casteldaccia, Palermo.
Lo anunció la entidad presidida por Gabriele Gravina, al sumarse así al luto nacional por la muerte de cinco obreros que realizaban tareas de mantenimiento en un tanque elevador de aguas residuales, en tanto que uno de sus compañeros fue internado en grave estado y un séptimo trabajador resultó ileso.
Las víctimas de la tragedia fueron identificadas como Epifanio Alsazia, de 71 años; Ignazio Giordano, de 57; Giuseppe Miraglia, de 47; Roberto Raneri, de 51, y Giuseppe La Barbera, de 28 años.
Todos ellos habrían fallecido por inhalación de sulfuro de hidrógeno, que les provocó un desmayo repentino cuando trabajaban dentro del tanque elevador, en tanto que el obrero que se encuentra en estado grave intentó socorrerlos, pero se vio afectado también, aunque alcanzó a salir del mismo. El trabajador que resultó ileso fue quien se encargó de dar la alarma.
Los bomberos que acudieron al lugar rescataron los cuerpos de las víctimas de la tragedia, que lamentaron tanto el alcalde de Casteldaccia, Giovanni Di Giacinto, como la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, quienes expresaron públicamente sus condolencias a los familiares.
La justicia inició una investigación por el supuesto delito de homicidio culposo a cargo del fiscal Ambrogio Cartosio para determinar responsabilidades en lo ocurrido, que puso nuevamente en guardia a las centrales sindicales del país.
Las mismas anunciaron medidas de fuerza al recordar que el año pasado fallecieron 65 trabajadores, 16 de ellos en Palermo, en accidentes laborales y denunciaron las escasas medidas de seguridad en la que realizan sus tareas muchos de esos trabajadores, parte de los cuales suelen ser subcontratados.
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