Un Red Bull perfecto, "como si se deslizara sobre rieles en la pista", dijo el neerlandés Max Verstappen, cosechó la cuarta victoria de la temporada y la primera en China del campeón del mundo, dominador absoluto del fin de semana, también en la carrera del sprint y en la clasificación.
Pero lo que sorprendió a todos, y especialmente a los Ferrari, en el circuito de Shanghái fueron los McLaren, capaces, de la mano del británico Lando Norris, de hacerse con un inesperado segundo puesto, entre los dos Red Bull, y relegar del podio a los hombres de Ferrari, el monegasco Charles Leclerc y el español Carlos Sainz, que fue penalizado por un ritmo de carrera demasiado lento con los neumáticos duros.
"Aspiramos al podio, pero lo que conseguimos, cuarto y quinto puesto, fue lo mejor", afirmó un tanto desconsolado Leclerc, que no puede alegrarse solo por haber precedido a su compañero de equipo en la meta después de una semana tensa entre los dos.
Pero la carrera de hoy no solo ha estado por debajo de las expectativas para los coches de Maranello, que ayer se mostraron abúlicos en la clasificación, con Leclerc confirmando sus recientes dificultades en la vuelta rápida y necesitando algunas actualizaciones para poder defender la segunda posición en el Mundial de Marcas, bajo acoso por el desempeño de los McLaren.
"No esperábamos actuaciones tan modestas con neumáticos duros, pero tampoco esperábamos la sorpresa de Norris. Incluso (el australiano Osca) Piastri podría haber terminado delante de nosotros si no hubiera tenido ningún problema", subrayó Leclerc.
"Lo hicimos bastante bien en neumáticos intermedios, tal vez incluso mejor que ellos, pero con los duros éramos medio segundo más lentos, tenemos que entender por qué. Las actualizaciones son importantes, darán la dirección para el resto del año. Estoy seguro, el equipo ha hecho un gran trabajo hasta ahora", concluyó sobre las novedades que Ferrari debería llevar a Miami, dentro de dos semanas, y sobre todo al gran premio de Imola.
El GP de China reafirmó una vez más la superioridad de Verstappen, que mantuvo el liderato desde la primera hasta la última vuelta y se llevó a casa la victoria número 58 de su carrera y la cuarta de la temporada, mostrando sus habilidades ante el apasionado público chino, que había estado cinco años esperando el regreso del circo y llenó las gradas también para seguir al jinete local, Zhou Guanyu. El piloto de Sauber finalizó en el puesto 14 y fue elogiado por sus compatriotas.
Partiendo desde la pole, Verstappen no fue detenido ni siquiera por una doble y cercana intervención del auto de seguridad a mitad de carrera, que, en cambio, penalizó a su compañero Sergio Pérez. El mexicano partió en Shanghái con un retraso de 25 puntos respecto al neerlandés, 34 sobre Leclerc y 41 sobre Sainz, por lo que solamente vio acercarse a Norris, el único que hoy intentó seguir el ritmo de Verstappen: "Me sorprendieron muchas cosas, pero sobre todo la falta de ritmo de Ferrari -comentó el británico de McLaren-. Había apostado por quitarles 35 segundos, pero, en cambio, estoy contento de haberme equivocado tanto con los pronósticos".
Penalizados por su posición en la parrilla, en la salida los dos autos rojos también se vieron superados por el británico George Russell, luchando por alcanzar ritmo, luego la entrada del coche de seguridad no les ayudó, pero sobre todo fue un mal ritmo de carrera con neumáticos duros, síntoma de que el SF-24 de William todavía tiene ventanas de uso bastante estrechas y, sobre todo, de que se necesitan actualizaciones rápidamente.
El conductor que más veces (6) obtuvo triunfos en China, el siete veces campeón mundial Lewis Hamilton (Mercedes), sumó puntos al acabar en la novena posición, un buen resultado dado que partió desde el antepenúltimo puesto de la parrilla -penúltimo, si se tiene en cuenta que Logan Sargeant (Williams) empezó desde el "pit lane"- tras quedar eliminado por sorpresa en la Q1.
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