La colista Salernitana, que con apenas 14 puntos está a 11 de distancia del último equipo que pelea por la permanencia a ocho fechas del final del campeonato, recibirá mañana a Sassuolo, que si bien marcha antepenúltimo se ubica a sólo uno de distancia de la "salvación".
Un partido que para el equipo de Stefano Colantuono, cuarto entrenador en esta temporada, suena más a despedida que a esperanza y para los dirigidos por Davide Ballardini a último salvavidas para evitar el naufragio el que abrirá este viernes la trigésimo primera jornada de la Serie A.
"Es un partido importantísimo, pero no decisivo", dice sin embargo el entrenador del Sassuolo, que en la última fecha igualó en un gol de local frente a Udinese, mientras que Salernitana cayó por un categórico 3-0 como visitante de la ascendente Bologna.
Un revés, el vigésimo de una temporada, que hundió un poco más al último de la clase, que mañana saldrá al ruedo en un estadio Arechi semivacío pues sus aficionados, incondicionales hasta hace poco tiempo, decidieron darle la espalda a un equipo que apenas les permitió celebrar dos victorias en el torneo.
"Desde que llegué a Sassuolo sumamos cuatro puntos en cuatro partidos (un triunfo, un empate y dos derrotas, ante Hellas Verona y Roma, Ndr)", destacó Ballardini, aludiendo a una cosecha magra que, pese a todo, le permite al "verdinegro" mantenerse a corta distancia de la salvación.
Un punto más tienen Empoli, que hoy por hoy descendería también, y Frosinone, que por mejor diferencia de gol logró salir de la "zona roja" tras el empate que parecía tener sabor a poco frente a Genoa en la fecha anterior, en la que el Empoli de Davide Nicola sufrió una derrota previsible en San Siro frente a un Inter que se encamina hacia el "scudetto".
Sassuolo todavía respira y, aunque no podrá contar con un jugador clave como Domenico Berardi, apuesta a sumar de a tres mañana para salir al menos provisoriamente de la zona de descenso, pendiente de la suerte (o en este caso de la posible desgracia) de Empoli y de Frosinone, locales de Torino y Bologna el sábado y el domingo, respectivamente.
"A partir de ahora, debemos mejorar partido tras partido, empezando por el de mañana ante un rival peligroso que jugará frente a su público y querrá seguramente hacer un buen papel", advirtió Ballardini en la previa.
Sassuolo no llega con buenos antecedentes al duelo: Perdió sus últimos siete partidos en condición de visitante (el último triunfo lo celebró el 26 de noviembre, al vencer por 4-3 al Empoli) y por eso su DT afirma: "Me gustaría ver un equipo concentrado, sólido, compacto y metido en el partido".
Sassuolo y Salernitana vuelven a enfrentarse a 16 años de haberlo hecho por primera vez en una final de Supercopa en la Liga Pro, que vio ganar por penales al "verdinegro" que por entonces entrenaba Massimiliano Allegri, hoy técnico de Juventus.
Fue el comienzo de una escalada que lo catapultó a primera división, donde disputó once temporadas en forma consecutiva, mientras que Salernitana descendió y debió renacer de sus propias cenizas desde la cuarta categoría.
Diez años después, alcanzó el "Olimpo" del "Calcio, del que todo parece indicar que se despedirá al final de esta temporada, que seguramente el plantel de Salernitana buscará cerrar de la manera más digna posible.
Colantuono intentará impedir lo que parece inevitable, o al menos extender la mínima luz de esperanza todo lo que sea posible, mientras que Ballardini tratará de refrendar su rótulo de experto en salvar equipos del descenso, como los fanáticos de Sassuolo esperan mientras se encomiendan al cielo.
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