"No tengo duda alguna" de que Rusia tiene en la mira los Juegos de París, afirmó hoy el presidente francés, Emmanuel Macron, al expresar su certeza de que el Kremlin y su colega Vladimir Putin intentarán boicotear de alguna manera la cita olímpica este año.
Macron lanzó esa advertencia durante la inauguración del Centro acuático que albergará las competencias de natación en Saint-Denis y a pocos días del sangriento atentado terrorista en Moscú, en medio de las crecientes tensiones entre Rusia y los países de la OTAN que derivaron en la guerra con Ucrania.
El mandatario francés apuntó específicamente a eventuales "ataques informáticos" contra los Juegos de París orquestados desde Rusia que, dijo, "alimenta a diario la idea de que no podremos hacer esto o aquello o que sería riesgoso que lo hagamos".
"También por este motivo necesitamos mantenernos firmes y confiados en nosotros mismos porque la verdad es la fuerza de las democracias y de las grandes naciones", agregó Macron, al condenar los comentarios "amenazantes y barrocos" de las autoridades rusas tras la conversación que sostuvieron los ministros de Defensa de ambos países, Sébastien Lecornu y Serguei Shoigu.
Una conversación telefónica, puntualizó el jefe de Estado francés, que tenía por único objetivo transmitir "informaciones útiles" para Rusia y tras la cual el Kremlin publicó un comunicado en el que expresó su "esperanza" respecto de que "los servicios especiales franceses no estuvieran involucrados" en el atentado del 22 de marzo contra la sala de conciertos Crocus City Hall en el que murieron 137 personas.
Una afirmación que París consideró gravísima y rechazó de plano, tal como reiteró hoy Macron al considerarla "ridícula porque equivaldría a decir que Francia está detrás del atentado, así como se dijo que los ucranianos también tuvieron participación en el mismo, cosas que no tienen sentido alguno", afirmó.
"Es una muestra de la manipulación de la información, que forma parte del arsenal de guerra al que apela hoy Rusia", agregó al explicar que la charla entre los ministros de Defensa de ambos países respondió a que París tenía "información útil" que transmitirle a Moscú "sobre el origen y la organización del atentado" del 22 de marzo, reivindicado por Isis.
"Debemos trabajar en conjunto con todos aquellos que se ven afectados por el terrorismo y cuando disponemos de información, es nuestra responsabilidad darla a conocer", aclaró Macron.
Otro capítulo de la nueva "Guerra Fría" que parece haberse trasladado a los Juegos Olímpicos, los segundos de la historia que organizará París a 100 años de distancia de la primera edición que albergó y en los que los atletas rusos (y bielorrusos) podrán participar, aunque con ciertos reparos y como "neutrales".
El Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó la admisión de los deportistas de ambos países en la cita, con la condición de que no se hayan expresado en favor de la guerra con Ucrania y sin que puedan desplegar sus banderas o escuchar sus himnos nacionales en caso de participar en alguna ceremonia de premiación.
En otra ceremonia, la inaugural, que será la más importante de los Juegos que se pondrán en marcha el 26 de julio, no podrán estar presentes, según advirtió el COI, una decisión que generó controversia y rechazo por parte de las máximas autoridades rusas en su momento.
La ceremonia de apertura de esta edición será la primera que se realizará fuera de un estadio y tendrá como escenario el río Sena, emblema de París por el que navegarán las embarcaciones que trasladarán a las delegaciones y a los atletas.
Macron, quien a fines de febrero dejó formalmente inaugurada la Villa Olímpica en Saint-Denis, hoy hizo lo propio con el Centro acuático que albergará las competencias de natación, saltos ornamentales y waterpolo.
Pero durante la presentación no todo salió como estaba previsto y uno de los jóvenes atletas que participaba de la misma resbaló en el trampolín dándole un tinte humorístico al momento histórico ante la mirada de Macron.
Respecto de la ceremonia inaugural en el Sena, el mandatario (que tiempo atrás prometió sumergirse en las aguas del emblemático río en las que los habitantes podrán volver a bañarse después de los Juegos gracias a las obras de saneamiento), comentó: "Es un escenario privilegiado".
"Los detalles de lo que estamos preparando, aquello por lo que asumimos una responsabilidad y que decidimos junto con los organizadores, será comunicado en el momento oportuno", agregó elusivo al no querer revelar cuestiones relacionadas con esa ceremonia.
Una apertura que demandará un enorme despliegue de las fuerzas de seguridad y obligará a tomar medidas inéditas para evitar "sorpresas" imprevistas, razón por la cual el presidente francés anticipó hoy que están contemplados "escenarios alternativos si las circunstancias así lo demandasen".
Durante la inauguración del Centro acuático, a poco más de 100 días de ponerse en marcha los Juegos, Macron destacó que ese escenario representa "una proeza arquitectónica y ecológica" que refleja del mejor modo como "las Olimpíadas pueden ser útiles para el país".
Un consejero del jefe de Estado que se reunió con los obreros que participaron de la construcción del recinto, destacó el "gran techo cóncavo de madera más grande del mundo" y dijo que "esta vitrina 'savoir-faire' francés (saber hacer francés, Ndr) permitirá "reducir hasta en un 30 por ciento el consumo de energía de la estructura".
El Centro acuático será una herencia importante para el Sena-Saint Denis, el departamento más pobre de Francia, ubicado a las puertas de la capital y donde apenas uno de cada dos alumnos de entre 11 y 12 años sabe nadar, según estadísticas oficiales
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