La justicia determinó hoy que permanezcan detenidos los dos autores de las amenazas perpetradas contra el campeón mundial argentino Angel Di María y su familia en la ciudad de Rosario, unos 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
Se trata de Pablo Ezequiel Acotto y Belén Gutiérrez, quienes fueron identificados como los responsables de las amenazas realizadas en la madrugada del 25 de marzo en el barrio privado de Miraflores, en la localidad de Funes, donde suele alojarse el futbolista del Benfica cuando viaja al país.
Ambos acusados estuvieron presentes hoy en la audiencia que se celebró en los tribunales y en la que se determinó que permanezcan en régimen de prisión preventiva y que se analice el contenido de sus teléfonos celulares en busca de pruebas.
La prensa local informó que por las amenazas a Di María y a su familia, los acusados cobraron unos cuatro millones de pesos (unos 4.500 dólares al cambio oficial) y que al momento de su arresto se secuestraron armas y drogas.
Inicialmente, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, atribuyó las amenazas a una "guerra de hinchadas" del fútbol, aunque desde esa misma cartera se confirmó luego que están vinculadas con el narcotráfico que azota a Rosario.
Esta hipótesis refuerza las sospechas de que el "Fideo" fue amenazado tras haber publicado un mensaje en favor de la paz en ciudad natal y no por su expreso deseo de retirarse del fútbol en Rosario Central, el club que lo formó, históricamente enfrentado con Newell's Old Boys, donde se inició Lionel Messi.
Di María, de 36 años, anunció su adiós de la selección argentina capitaneada por Messi al final de la Copa América que se jugará en Estados Unidos y en la cual la "albiceleste" de Lionel Scaloni defenderá el título conquistado en 2021, al vencer al anfitrión Brasil en la final con un gol suyo.
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