La cantante italiana Loredana Berté reiteró hoy sus acusaciones contra el ex tenista sueco Bjorn Borg, con quien estuvo casada entre 1989 y 1993 cuando él ya se había retirado, y volvió a hablar de las adicciones que padecía el ex número uno del mundo.
"Cuando nos casamos, él prefería la cocaína antes que a mí", afirmó hoy Berté durante una entrevista con la emisora Rai 2 en la que reiteró conceptos vertidos en sus memorias publicadas hace ya algunos años y en las que relata el calvario que resultó ser aquel matrimonio.
Berté, que fue un ícono del pop durante la década del '80 y conoció a Borg durante unas vacaciones en Ibiza en 1988, dijo que la adicción del ex astro del tenis a las drogas y a las prostitutas fueron determinantes en la ruptura de la pareja.
"No lo podía aceptar", explicó al comentar que las exigencias sexuales de Borg, de quien -según recordó- decidió separarse después de un hecho puntual que terminó siendo la gota que rebalsó el vaso.
"Una vez, estábamos en Palm Beach después de un partido de exhibición y cuando regresó al hotel lo vi tomar el teléfono y llamar al servicio de habitaciones pidiendo que le manden dos prostitutas", relató.
"Llegaron vestidas de cuero y con látigos y él me dijo que debíamos pasar a otro nivel" en nuestra relación, continuó al observar que en ese momento le preguntó: "¿Quieres que tengamos sexo con esto?", e inmediatamente después comenzó a "golpearlo hasta dejarlo negro y azul y luego me fui".
"Cuando regresamos a Milán, no le permití que entrara a la casa y ese día todo terminó", completó Berté, a quien tras divorciarse, Borg debió pagarle una cuota alimenticia de 20 mil dólares mensuales porque -según explicó- su matrimonio con el tenista terminó por destruir su carrera.
Las adicciones, en tanto, estuvieron a punto de costarle la vida al propio Borg, quien en 1989 intentó suicidarse ingiriendo una gran cantidad de barbitúricos: "Nunca llegué a entender por qué lo hizo", confesó la cantante italiana, quien dos años después también fue internada en grave estado en Milán.
Una relación de amor y de odio breve, intensa, atravesada por la fama, los excesos y los celos de uno y otro lado, como ella misma admitió al afirmar que llegó a revolearle los trofeos por el balcón cuando el seis veces campeón de Roland Garros y cinco veces ganador en Wimbledon volvía a la casa después de desaparecer durante 48 horas sin dar señales.
Berté, quien en sus memorias llegó a sugerir que Borg perdió la final de Wimbledon de 1981 ante el estadounidense John McEnroe por la cocaína, reiteró que aunque soñaba con tener hijos con el ex tenista, siente que lo dejó "demasiado tarde porque con él perdí los sentimientos y mi dinero".
Borg, de 67 años, terminó en la ruina (tuvo un regreso al tenis tras retirarse a los 26 años en un intento por recuperar parte de la fortuna que dilapidó) y fue McEnroe (capitán del equipo del Resto del Mundo en la Laver Cup, en la que el sueco suele conducir al de Europa) quien lo ayudó financieramente para recuperarse y evitar que subastara parte de los trofeos que ganó en su carrera.
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