"Me hubiese gustado tener un golpe de drive como el tuyo. Es realmente impresionante, potente y preciso", confesó la estadounidense Serena Williams, ex número uno del tenis femenino, al elogiar al italiano Jannik Sinner, quien este domingo irá por el título del Masters 1000 de Miami en su tercera final en las últimas cuatro ediciones del torneo y por el número dos del ranking masculino.
"Estuviste increíble. Felicitaciones", resumió la menor de las Williams, que alzó la corona en Miami por octava y última vez en 2015 y que presenció en la víspera el triunfo de Sinner por paliza frente al ruso Daniil Medvedev, cuarto del escalafón y su "verdugo" en la final que los enfrentó hace un año en este mismo torneo.
"Te mereces estar en la final", resumió Serena en su elogio al italiano, que mañana buscará cortar su racha de dos derrotas en igual cantidad de definiciones en Miami (en 2021 cayó frente al polaco Hubert Hurkacz) y buscará que la tercera sea la vencida frente al búlgaro Grigor Dimitrov, duodécimo del ranking y quien eliminó al español Carlos Alcaraz (2) en cuartos y al alemán Alexander Zverev (5) en semifinales.
Dimitrov se impuso por 6-4, 6-7 (4/7) y 6-4 y anticipa una dura batalla frente a Sinner, pues según reconoció Alcaraz (campeón en Miami en 2022 y flamante vencedor del Masters 1000 de Indian Wells) el búlgaro lo sorprendió con su nivel de juego, no le dio opción alguna y lo hizo sentirse "como un niño de 13 años" cuando lo derrotó en cuartos.
Mañana, también él irá en busca de la gloria a los 32 años en busca de su segundo título en un Masters 1000, que celebró por única vez en Cincinnati en 2017, y quien a partir del lunes volverá a instalarse entre los mejores diez jugadores del circuito por primera vez desde 2018.
El tenista búlgaro, a quien alguna vez bautizaron como "el pequeño (Roger) Federer), en tiempos en los que sumaba títulos en junior como los que conquistó en Wimbledon y en el US Open en 2008, tiene un toque mágico cuando sube a la red y un enorme repertorio técnico que de no haber sido por su irregularidad lo hubiese tenido peleando contra las grandes figuras que dio este deporte en los últimos años.
Dimitrov ganó el primero de los tres partidos que disputó frente a Sinner, en 2020 en plena pandemia de Covid y con parciales de 4-6, 6-4 y 6-4 en el Masters 1000 de Roma, sobre polvo de ladrillo y a puertas cerradas.
El italiano, que se vengó en el Masters 1000 de Miami al superarlo por 6-3 y 6-4 hace un año, cuando también lo derrotó en cuartos de final del torneo de Pekín con parciales de 6-4, 3-6 y 6-2, llega también en gran momento habiendo perdido apenas un partido en esta temporada (la final de Indian Wells ante Alcaraz).
Campeón de la Copa Davis en noviembre y del Abierto de Australia de este año, su primer título de Grand Slam, Sinner irá por más ahora frente a Dimitrov y aunque reconoce que espera "conquistar el título", afirma que "pase lo que pase" en la final, esta habrá sido para él "una gran semana".
"Antes, no lograba conciliar el sueño en la previa de una final, pero ahora me tomo las cosas más relajado y sólo intento disfrutar y divertirme", afirma el italiano, mientras que Dimitrov asegura que "el trabajo no terminó" y destaca que "lo más importante es la constancia que he logrado al saber que puedo ganarle a los mejores".
"En los últimos ocho a 12 meses cambié la marcha y estoy molesto todavía por algunos partidos que perdí, pero no me rendí y seguí luchando. Me pongo pequeños objetivos semanales y para mí la mayor victoria es que cada vez que me despierto puedo entrenarme sin sentir dolor", resumió.
Mañana será un duelo entre la nueva y la vieja generación, a la que perteneció Serena, ganadora de 23 títulos de Grand Slam a lo largo de su carrera y a la cual Sinner se dijo sorprendido y feliz por haberla conocido.
"Nunca habíamos hablado y fue muy especial para mí intercambiar algunas palabras con una campeona con ella", explicó el italiano al destacar que "cuando comencé a jugar en el circuito, ella estaba cerrando su carrera. Fue un enorme placer haberla conocido ahora", completó Sinner, que tendrá mañana una fanática de lujo cuando vaya en busca de su propia gloria.
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