Cus Cagliari despidió con efecto inmediato a Andrea Congiu, entrenador de los equipos masculino y femenino de futsal, debido a los insultos racistas que profirió hacia un jugador rival, Sergio Rocha, del Villacidrese Calcio.
El club universitario dio un claro ejemplo de como cortar por lo sano frente a este tipo de situaciones y no se limitó a pedir las disculpas del caso hacia el equipo rival y hacia el jugador agredido por el comportamiento del entrenador.
El presidente de Cus Cagliari, Marco Meloni, fue más allá y afirmó: "Lo que sucedió el martes fue algo terrible y es lo más alejado de los valores que le transmitimos a diario a nuestros jugadores: respeto por el adversario, solidaridad, tolerancia e inclusión".
"El racismo no puede tener espacio en la sociedad, ni en el deporte y debe ser combatido activamente", agregó al explicar que le pidió "disculpas al presidente de Villacidrese, Matteo Marrocu, y al futbolista Sergio Rocha, con quienes pedí reunirme para hacerlo personalmente".
"Juntos -dijo- podemos evaluar como un episodio tan miserable puede servir como inspiración para inculcar los valores de tolerancia e inclusión y contrastarlo con cualquier forma de racismo y discriminación", agregó.
Una solución que merece el aplauso en momentos en los que la absolución por parte de la justicia deportiva del futbolista italiano Francesco Acerbi, del Inter, tras haber sido denunciado por un caso de racismo por el brasileño Juan Jesús, del Napoli, generó una polémica que sigue dando que hablar.
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