Arrigoni respiró apenas 82 veces durante 24'30" tras sumergirse en aguas de Diakofti, en la isla de Kythira, Grecia, donde superó el récord que había registrado en los Juegos del Mar de Santa Marinella.
"Rompí mi último récord cubriendo la misma distancia con 20 respiraciones menos. Pensé que era imposible y, por eso, mi satisfacción es aún mayor", afirmó Arrigoni.
"Sobre todo porque viene después de una enfermedad que realmente me debilitó hasta el punto de morir. Elegí esta disciplina de máxima distancia porque quería probar suerte en el récord de mayor exigencia física que logré antes de que la enfermedad me obligara a rendirme", agregó.
"No pensé que pudiera mejorar tanto mi desempeño anterior, pero la motivación era más fuerte que cualquier otra cosa. Quería demostrarle, sobre todo dejarle un mensaje a mi hijo de 6 años, que nunca hay que rendirse", completó Arrigoni.
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