La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, atribuyó hoy a una "guerra de hinchadas" las amenazas que recibieron el campeón mundial Angel Di María y sus familiares y descartó que tengan vínculos con el narcotráfico.
La ex candidata presidencial dialogó con el diario "La Capital" de Rosario, ciudad ubicada a unos 300 kilómetros de Buenos Aires de la que es oriundo Di María, y consideró que la amenazas al "Fideo" y sus familiares están vinculadas con su posible regreso al club Rosario Central antes de cerrar su carrera profesional.
El delantero, que se despedirá de la selección "albiceleste" después de la Copa América que se jugará este año en Estados Unidos, tiene contrato con Benfica hasta el 30 de junio y tiempo atrás anticipó su deseo de regresar al club en el que se formó.
Más allá de la histórica rivalidad entre los fanáticos "canallas" con los de Newell's Old Boys, las amenazas contra Di María ocurrieron poco después de que el futbolista, que actualmente se encuentra con la selección nacional que disputaba hoy un amistoso con Costa Rica en Estados Unidos, publicara un mensaje en las redes pidiendo por la paz en Santa Fe.
El hecho es investigado por la policía y la justicia de esa provincia argentina, asolada por la violencia del narcotráfico.
Desde un automóvil con tres ocupantes que circulaba a altas horas de la madrugada frente a la vivienda en el barrio privado de Miraflores, donde se aloja Di María cuando viaja al país, arrojaron una bolsa con un mensaje intimidatorio.
"Decile a tu hijo Angel que a Rosario no vuelva más porque, sino le cagamos matando un familiar. Ni (Maximiliano) Pullaro (el gobernador de Santa Fe, Ndr) te va a salvar. Nosotros no tiramos papelitos. Tiramos plomo y muertos", rezaba la nota arrojada desde el vehículo que se alejó a gran velocidad, mientras se escuchaban disparos, según los encargados de la seguridad.
El hecho se enmarca en la ola de violencia que azota a esa ciudad a modo de represalia porque las autoridades le retiraron los beneficios de los que gozaban detenidos por narcotráfico en las cárceles rosarinas y que derivaron en los asesinatos de un chofer de colectivos, de dos conductores de taxis (automóviles de alquiler) y del encargado de un establecimiento de venta de combustibles.
El año pasado, un supermercado ubicado en esa misma ciudad y perteneciente a la familia de Antonella Roccuzzo, esposa del también campeón mundial y capitán de la "albiceleste", Lionel Messi, fue baleado por desconocidos.
Messi, quien alguna vez sugirió su deseo de volver a Newell's Old Boys (club en el cuyas divisiones menores jugó a muy temprana edad y del cual es simpatizante), es al igual que Di María oriundo de Rosario, donde el gobierno desplegó recientemente fuerzas federales y del Ejército ante el crecimiento del accionar de las bandas vinculadas con el narcotráfico.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA