Estas son las palabras utilizadas en un post por Paolo Auricchia, director del instituto Vieusseux de Imperia (Liguria, norte de Italia), para comentar un episodio de noticias deportivas. Hace dos semanas, una ayudante de línea del partido Bethis - Athletic, corría cuando golpeó a un camarógrafo, sufriendo heridas graves en su cara.
Los primeros en enfurecerse fueron los propios estudiantes de Viesseux que, "como protesta contra las impactantes palabras del director Auricchia", decidieron organizar una procesión pacífica que comenzará frente a la escuela a este lunes y continuará luego en el consejo escolar y luego frente a la Municipalidad.
Los estudiantes piden la renuncia del director porque, según escriben, "sus palabras no pueden ni deben pasar desapercibidas".
Igualmente furiosa está la consejera regional de Igualdad, Laura Amoretti, que en un largo documento, y en letras mayúsculas, pide a Auricchia "que ofrezca una disculpa explícita y formal" a "todas las chicas matriculadas en el Liceo Vieusseux, y a sus profesores, que con capacidad y competencia saben dar vida a la cultura por la igualdad de género".
"Que pida disculpas a ellas y a todas las mujeres que cada día reivindican el valor de sus capacidades y destrezas", escribe Amoretti, que recuerda "con tristeza" a la directora de la escuela sentada en primera fila como directora para asistir al evento 'Píldoras de emancipación: palabras y música'. "Temas tratados por sus alumnos", concluye Amoretti.
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