El International Football Association Board (Ifab), único ente autorizado a modificar el reglamento del fútbol, no abordará la implementación de la tarjeta azul, que determina la expulsión temporaria de un jugador por una falta no grave, en la Asamblea general que celebra en Loch Lomond, Escocia.
El debate en torno a la aplicación de la tarjeta azul, que ya está vigente en otros deportes como el rugby, no figura en el orden del día, como anticipaba en febrero que sucedería el diario británico "The Telegraph", según el cual en esta Asamblea general de la Ifab se abordaría su posible uso a modo experimental.
Una noticia que en su momento obligó a la FIFA a descartar cualquier posibilidad de apelar a la tarjeta azul en los torneos profesionales, al menos en lo inmediato, y que generó también rechazo entre los entrenadores y futbolistas, motivo que pudo haber llevado al Ifab a descartar la idea, por ahora.
El órgano sí confirmó que fueron aprobados dos protocolos destinados a colaborar con los árbitros y tienen que ver con la posibilidad de que "en determinadas circunstancias" sólo los capitanes de los equipos podrán acercarse a conversar con ellos, así como extender a más competencias la experiencia de explicarle a los espectadores el resultado de una jugada revisada en el VAR.
Otras novedades que se decidieron en esta Asamblea general apuntan a la aplicación de una sustitución adicional en caso de que un jugador se lesione al recibir un golpe en la cabeza, como sucede en el rugby, y a que las manos involuntarias también se sancionen como falta.
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