El Comité Disciplinario de la Federación Saudita de Fútbol abrió inmediatamente una investigación con la adquisición de las imágenes, informaron medios locales con amplia cobertura en Portugal, de donde es oriundo Cr7.
En el país saudí, donde se respetan muy estrictamente las prescripciones musulmanas, un gesto de este tipo está absolutamente prohibido en público. Además, los partidarios de Al Shabab esperan una intervención dura. La cuestión va más allá de la "corrección política" saudí.
Como si eso no fuera suficiente, el ex ganador del Balón de Oro también es reincidente.
La semana pasada apareció un video que lo muestra abandonando el terreno de juego al final del partido perdido contra el Al Hilal: se ve al atacante recogiendo una bufanda del equipo contrario, frotándola contra su ingle y arrojándola nuevamente al suelo.
Los excesos del campeón de Europa corren el riesgo de convertirse en un problema no solo para él, sino también para la propia federación saudí, que lo señaló como testimonio de cara al Mundial de fútbol. Un contrato de mil millones de euros.
En enero pasado surgió la polémica por un tema familiar.
En el país está prohibido convivir fuera del matrimonio, pero el futbolista lusitano convive con su pareja Giorgina con quien no está casado.
La cuestión se planteó, pero el reino saudí concedió a la pareja una exención: una especie de ley "ad personam" que les permite vivir juntos bajo el mismo techo. Parece que se hizo la vista gorda en el caso del futbolista. La sospecha es que también esta vez se pueda hacer lo mismo y cerrar el tema del gesto grosero con una simple multa.
La propia Giorgina provocó más escándalo en el país. La modelo, que suele publicar selfies en traje de baño o minivestido en las redes sociales, es acusada de aparecer en algunas ocasiones públicas vestida de forma inapropiada.
Hace un mes habría acudido al restaurante luciendo un vestido negro que dejaba ver sus piernas.
El gobierno saudí exige que las mujeres "se vistan modestamente, cubriendo siempre las piernas y los hombros", prohibiendo de hecho los vestidos y las minifaldas. Por eso estalló otro escándalo.
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