Sara Gama, histórica capitana de la selección femenina de fútbol de Italia, se despidió hoy de la "azzurra" en un amistoso con Irlanda que finalizó igualado sin goles en el estadio del Viola Park, centro de entrenamientos de Fiorentina en Florencia.
La zaguera de 34 años, que juega en Juventus y supo hacerlo también en París Saint-Germain, dejó la cancha a los 50' de juego para recibir la ovación del público y el cálido saludo de sus compañeras de equipo en el combinado nacional, cuya casada defendió durante 18 años a lo largo de 140 partidos.
Ganadora de cinco "scudettos", el primer de ellos con Brescia, club con el que también festejó en Copa y en Supercopa de Italia, como lo hizo en Juventus, Gama cerró así su ciclo con la selección femenina.
Un final acorde con su historia tras haber sido marginada de la lista de jugadoras que disputaron el pasado Mundial femenino en 2023 en Australia y Nueva Zelanda del que Italia se despidió en la fase de grupos.
Una Copa del Mundo en la que la "azzurra" sumó apenas un triunfo en el estreno ante Argentina y sufrió dos derrotas, una por goleada frente a Suecia y otra inesperada frente a Sudáfrica que signó el destino de Milena Bertolini, quien se despidió del seleccionado que entrenaba desde 2017.
Hoy, al mando de Andrea Soncin, su reemplazante en el cargo, Gama tuvo su merecido homenaje en el adiós ante una Irlanda que casi le arruina la fiesta con un gol al promediar el complemento que terminó siendo anulado ante una Italia que había generado la mayor cantidad de situaciones de riesgo.
Sin Gama, Italia enfrentará el martes en otro amistoso que se jugará en España a Inglaterra, campeona de la Eurocopa que organizó en 2022 y subcampeona mundial tras caer en la final en Sydney justamente frente a España, aquella del escándalo que derivó en el castigo a Luis Rubiales, ex presidente de la RFEF.
En la despedida de la capitana estuvo presente el entrenador de la selección italiana de fútbol masculina, Luciano Spalletti, quien previamente observó la práctica del plantel de Fiorentina comandado por Vincenzo Italiano.
El 0-0 con el que finalizó el amistoso con Irlanda resultó anecdótico, pues toda la atención se concentró en Gama, quien recibió una casaca con el número 140 impreso aludiendo a su cantidad de partidos con la selección de manos de Gabriele Gravina, presidente de la federación italiana de fútbol (FIGC).
"Para el fútbol, Sara es y será un símbolo. Este no es un adiós porque ella sigue siendo un enorme recurso que trataremos de aprovechar en el futuro", prometió Gravina.
El dirigente recordó que la zaguera fue "incluso fuera de las canchas, una protagonista incansable en la búsqueda de atraer la atención por parte la política hacia lo que representa el fútbol femenino y en la lucha por el respeto, la dignidad y la reivindicación de los derechos de las jugadoras".
Gama, que lució como en los viejos buenos tiempos la cinta de capitán en el brazo y el número 3 en la espalda, dejó la cancha a poco de iniciado el complemento y en su reemplazo ingresó Elisa Bartoli.
Fue una excusa para detener el juego y permitir el merecido tributo que concentró la mayor dosis de emociones de la noche.
"Fue una linda jornada, un lindo viaje con un final digno", resumió Gama al afirmar que "mi futuro hoy es el presente. Tengo muchos compromisos con mi club y con el sindicato de futbolistas".
"Veré qué oportunidades se presentan luego y las evaluaré, pero ahora no hago programas. Sólo espero que quien luzca esta cinta de capitana después de mí, continúe dando el ejemplo", completó.
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