El futbolista brasileño Dani Alves fue condenado hoy a cuatro años y medio de cárcel por violar a una joven, forzando su voluntad "con uso de la violencia", en un baño de una discoteca de Barcelona.
La sentencia se conoció hoy después del juicio concluido el pasado día 7 de febrero, en el que la fiscalía había pedido nueve años de prisión y la acusación particular 12 para el jugador, que insistió en la vista que las relaciones fueron consentidas.
Al ex jugador del Barcelona, que lleva un año cumpliendo prisión preventiva desde que se produjeron los hechos, el 30 de diciembre de 2022, se le condena por un delito de agresión sexual a cuatro años y medio de cárcel, cinco de libertad vigilada y nueve de alejamiento de la víctima.
El tribunal le rebajó la pena por la reparación económica del daño ya que abonó: 150.000 euros de indemnización que solicitaba la acusación.
Se le ha impuesto además la pena más baja que contempla la inicial ley del "solo sí es sí", vigente cuando Alves, de 40 años, cometió la violación.
La ley, impulsada por el gobierno del socialista Pedro Sánchez con Irene Montero, de Podemos, como ministra de Igualdad, fue posteriormente reformada tras la polémica originada por las rebajas de penas y excarcelaciones de violadores.
Antes de su reforma, la ley rebajaba la pena mínima a cuatro años de cárcel y ampliaba a 12 la máxima y, tras cambiar la norma, la pena mínima se situó en seis años.
No obstante, la falta de consentimiento como eje de los delitos contra la libertad sexual en la que está basada la ley del "solo sí es sí" fue clave para condenar a Alves en el primer caso mediático por violación celebrado tras la aprobación de la norma.
El tribunal consideró probado que Alves "tomó bruscamente" a la víctima, quien sufrió lesiones en una rodilla, la tiró al suelo y, evitando que se pudiera mover, la violó "pese a que la denunciante decía que no, que se quería ir".
La sentencia reconoce que en los delitos de agresión sexual no es preciso, según la nueva ley, que existan "lesiones físicas, ni que conste una heroica oposición de la víctima a mantener relaciones sexuales".
La ex ministra Montero celebró la nueva ley a la vista de esta sentencia pues, dijo, con la norma anterior "un acto sexual sin consentimiento no era penado como agresión sexual" salvo que se demostrara violencia, por tanto, "la mayoría de agresores quedaban en la impunidad en los procesos judiciales".
El tribunal rechazó la atenuante de embriaguez que esgrimía la defensa del futbolista, que por su parte anunció que apelará la sentencia.
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