El dirigente esloveno Aleksander Ceferin descartó postularse para un cuarto mandato como presidente de la UEFA, cuando caduque el actual en 2027.
"Decidí hace unos seis meses que no me presentaré como candidato en 2017", explicó el también abogado de 56 años, en el marco de un Congreso de la entidad que se celebra en París.
El anuncio de Ceferin causó sorpresa, pues momentos antes el mismo Congreso había aprobado una modificación de los estatutos para permitirle la posibilidad de una recandidatura.
Ceferin comanda los destinos del fútbol europeo desde 2016 tras imponerse por 42 votos contra 13 al neerlandés Michael van Praag en la elección que consagró al sucesor de Michel Platini.
Por aquellos años, la llegada del esloveno fue considerada como una bocanada de oxígeno para la entidad, luego de que el Comité de Etica apartase del cargo al ex astro francés por un escándalo de corrupción.
Ceferin fue reelecto por segunda vez en abril de 2023 en una elección que lo tuvo como único candidato a la presidencia de la UEFA que dejará cuando venza su actual mandato.
Al explicar su decisión de declinar a una posible nueva reelección en 2027, explicó: "Creo que toda organización necesita sangre fresca. Pero por sobre todo, necesito estar más cerca de mi familia, de la que estoy alejado desde hace siete años".
Ceferin confirmó el paso al costado pese al categórico respaldo que recibió por parte del Congreso de la entidad, que voto por amplia mayoría (a excepción de la federación inglesa, FA) en favor de la enmienda que le permitía volver a postularse en 2027 para otro mandato hasta 2031 (se necesitaban dos tercios de los votos).
"No quise anticipar mi decisión porque quería confirmar el verdadero rostro de algunas personas y pude hacerlo", dijo con suspicacia al aclarar que tampoco quiso "influenciar al Congreso, para que decidiese antes de saber cuál era mi postura".
El límite de tres mandatos consecutivos fue incluido estatutariamente en abril de 2017 por el propio Ceferin tras los escándalos que obligaron a adoptar medidas similares a la FIFA y al Comité Olímpico Internacional (COI).
La posibilidad de extender ese límite a un cuarto mandato, válida para todos los integrantes del Comité Ejecutivo, respondía a que no tenía en cuenta aquellos mandatos "iniciados antes del 1 de julio de 2017", como ocurría en su caso.
En el tiempo que le resta para concluir el suyo, Ceferin seguramente continuará adelante con su "cruzada" contra la creación de la Superliga de Europa.
Lo dejó bastante hoy durante el Congreso al considerar que "la Superliga es como la manzana de Blancanieves", un fruto envenenado, comparó.
Fueron en el inicio mismo de su discurso cuando decidió avanzar a fondo contra los impulsores de ese proyecto, que en diciembre recibieron un espaldarazo con un fallo favorable del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
El mismo consideró que la UEFA y la FIFA abusaron de su posición dominante en la organización de las competencias continentales, pero la sentencia -que no es apelable- no le dio luz verde automáticamente a la creación de la Superliga.
Real Madrid y Barcelona son los únicos dos clubes que siguen adelante con esa idea, pues Juventus finalmente "abandonó" el barco al pactar un acuerdo con la UEFA para evitar posibles sanciones vinculadas con el escándalo de las plusvalías que lo salpica.
Tras conocerse aquel fallo, el gobierno británico anticipó la posibilidad de presentar un proyecto de ley para impedir la participación de equipos de la Premier League en ese torneo, en tanto que la federación italiana (FIGC) amenazó con desafiliar a los clubes que adhirieran a la iniciativa.
Originalmente, el proyecto de la Superliga abarcaba a los principales 12 clubes del continente, en su mayoría de la Premier League, cuyos aficionados expresaron su férrea oposición al mismo.
Hoy, Ceferin recordó que "el fútbol es una de las pocas cosas en las que Europa es líder y debemos sentirnos orgullos de que su éxito se sustente en un modelo de solidaridad, premios y castigos".
"Debemos velar por este modelo porque quienes se presentan como salvadores del fútbol en realidad buscan pisotearlo y cavar su tumba", agregó.
Quienes impulsan la creación de la Superliga, afirmó, "son depredadores que integran un círculo cerrado que no conocen la libertad de expresión", agregó al asegurar que "la unidad es lo único que puede salvarnos, incluso en el fútbol".
Ceferin también apuntó contra aquel fallo al destacar: "Parece que la Unión Europea se rige por una sola regla, que es la del mercado. Pero no todos pueden comprar el fútbol".
"No hay futuro sin unidad", reiteró al explicar que "un grupo de individuos busca di dividirnos apelando al libre mercado con el objetivo de seguir hacer creciendo su propio ego, su propio poder y su propio dinero".
Los impulsores de la Superliga, completó, "planifican su deseo de ganar más dinero, más capital y más poder. Siempre quieren más, pero los sueños y el mérito deportivo no pueden comprarse, así como no puede comprarse la historia", destacó.
"Nosotros (la UEFA), tenemos 70 años de historia y nos quedan muchos más por delante", finalizó.
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