Qatar, anfitrión y defensor del título, jugará la final de la Copa de Asia frente a Jordania, la revelación del torneo que busca seguir haciendo historia.
El combinado qatarí se impuso hoy por 3-2 frente a Irán en la segunda semifinal, que se disputó en el estadio Al Thumama de Doha, y resultó por demás emotiva.
Los dueños de casa, que buscan refrendar la corona lograda en 2019, arrancaron abajo cuando Sardar Azmoun, la gran figura de Irán que juega en la Roma, abrió el marcador a los 4' de juego.
Jassem Gaber estableció la igualdad parcial a los 17' y Akram Afif le permitió al equipo entrenado por el español Bartolomé Márquez López irse al descanso en ventaja al decretar el 2-1 a los 43'.
El regreso del descanso, los dirigidos por Amir Ghalenoei lograron emparejar el marcador gracias a un penal convertido por Alireza Jahanbakhsh, jugador del neerlandés Feyenoord, a los 51'.
Pero Almoez Ali selló el pasaje qatarí a la final a los 82', frente a un rival que terminaría el partido con un hombre menos tras la expulsión de Shoja Khalilzadeh en el tercer minuto adicionado.
Qatar, que en la pasada edición del torneo disputada en Emiratos Arabes Unidos derrotó a Japón por 3-1 en la final, volverá a jugar por la corona el sábado en Lusail frente a Jordania, que quiere hacer historia tras eliminar en semifinales a Corea del Sur por 2-0 en la víspera.
Los dirigidos por el alemán Juergen Klinsmann, campeones de la Copa de Asia en dos ocasiones, compartirán el tercer puesto con Irán, ganador de tres ediciones.
Jordania, al mando de Hussein Ammouta, buscará coronar un sueño tras haber avanzado por primera vez a la definición, aunque lo conseguido en esta edición supera su mejor actuación (alcanzó los octavos de final en la anterior).
Qatar, anfitrión también del Mundial 2022 que consagró a Argentina, tratará de impedírselo para conservar el trono en el torneo continental de selecciones.
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