"Si pudiera, le donaría mis ojos. Como cualquier padre, desearía poder eliminar todos los problemas", afirmó Owen, ganador del Balón de Oro en 2001, sobre la incurable enfermedad de la retina que su hijo sufre desde los 8 años de edad.
"Al principio me fijaba principalmente en los aspectos negativos, ahora nos centramos en las cartas que le ha repartido el destino, para que pueda aprovecharlas al máximo", agregó el también ex delantero del Real Madrid y del Manchester United sobre su hijo James, quien sufrió una pérdida severa de visión.
"Seguimos con la vida y nos divertimos mucho. Tengo mucho de qué estar orgulloso porque se ha convertido en un chico brillante", destacó Owen sobre su hijo, que ahora tiene 18 años.
Por otra parte, Owen reconoció que tenía pocas ganas de hablar en público sobre la patología de su hijo: "cuando me preguntan si es bueno jugando al fútbol, ;;respondo que odia la pelota".
"He puesto decenas de excusas a lo largo de los años para no abordar el tema, lo cual me parece aburrido. Nos acostamos todas las noches rezando para que se descubra una cura, pero yo prefiero centrarme en lo positivo, como cuando tengo que ser taxista para él, y eso me alegra. Nos mantiene cerca", completó Owen.
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