"Una herida para toda Italia y para toda Cerdeña en general.
Para cualquiera que haya practicado deporte y lo ame, es uno de los mayores ejemplos de humanidad, valor y amor por el equipo y la camiseta. Me enseñó lo que significa sentirse en casa y me dejó con el corazón roto", afirmó Tortu.
El atleta, nacido en Lombardía como Gigi Riva pero sardo por su origen paterno y su apego a la isla, reconoció que "siempre" se sintió "parecido" al ex delantero "en su carácter muy reservado, pero al mismo tiempo sencillo en sus relaciones y en su relación con la ciudad".
"Aunque no era nacido en Cerdeña como yo, se había convertido en un verdadero sardo, y para mí fue y seguirá siendo una parte importante de mi vida", explicó en diálogo con Radio Sportiva.
"De hecho, el apego a la camiseta, y en este caso al Cagliari, no son sólo palabras, sino un sentimiento auténtico es algo que experimento cada año", subrayó Tortu.
"Cuando tengo que preparar una carrera importante voy a Cerdeña a hacerlo, porque allí me siento acogido y como en casa y eso me hace sentir bien. No es algo que se dé por sentado, la gente lo considera parte integrante del pueblo sardo y él, Riva, sentía lo mismo", insistió.
Tortu también resaltó que "la consecución de ese scudetto en 1970 es algo extraordinario y aún más se mantiene en Cagliari, subrayando que no sólo hay un componente deportivo sino también de corazón, de emoción y de pertenencia".
"Nunca tuve el placer de conocer a Riva, pero era un deportista que me fascinaba mucho. Si tengo que pensar en un momento que me marcó, tal vez diría que su lesión en la pierna en la selección", precisó.
"Hizo entender qué nunca sacaría la pierna defendiendo la camiseta de Italia. Este darlo todo por lo que amas siempre me ha dejado una gran impresión, algo que todo deportista debería tener en cuenta", concluyó Tortu.
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