El presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), ;;Gabriele Gravina, presentó el duodécimo informe que representa la evolución del presupuesto social e ilustra los principales programas estratégicos de la entidad.
"El presupuesto integrado representa la herramienta ideal para conocer el lado menos conocido del fútbol, ;;el que tengo más cerca del corazón", destacó Gravina sobre los datos correspondientes al año 2022.
El presidente de la FIGC también ponderó que el balance "fotografía, analizándola en detalle, la actividad transversal de la federación en el ámbito de la sostenibilidad integral".
"La implementación de proyectos educativos y sociales revela la verdadera cara del fútbol italiano: cada vez más inclusiva, sensible y responsable, en apoyo de los jóvenes y de los más débiles, gracias a iniciativas que actúan positivamente directamente en los territorios", celebró Gravina.
"El foco del mundo del espectáculo y las excesivas polémicas dentro y fuera del campo distorsiona la imagen de una realidad que, por el contrario, actúa con un impacto extraordinario en las distintas comunidades, representando un motor de compromiso civil que valora Italia", agregó.
Entre los temas tratados, la entidad presidida por Gravina destaca además "la estrategia de sostenibilidad adoptada por la federación, el desarrollo del fútbol juvenil y del fútbol femenino, de las instalaciones y de los grandes acontecimientos deportivos, pero también la dimensión social, con una visión amplia de la inclusión, en la lucha contra el racismo y el amaño de partidos y sobre el crecimiento de la división de fútbol paralímpico y experimental".
Por otra parte, la FIGC resaltó que los datos sobre las afiliaciones del fútbol italiano vuelven a los niveles anteriores a la pandemia de Covid (210 mil jugadores más inscritos en una sola temporada deportiva).
Según el presupuesto integrado de la FIGC para 2022, hay 4,6 millones de profesionales en Italia y casi 1,4 millones de miembros de la federación, entre ellos más de un millón de jugadores.
La actividad futbolística constituye "un sector industrial cada vez más importante" en Italia "y los ingresos directos totales ascienden a cinco mil millones", refirió la FIGC.
"Considerando también el impacto indirecto e inducido producido en los 12 sectores de productos involucrados en la cadena de activación de valor, el impacto en el PIB italiano puede estimarse en más de 11,1 mil millones", con casi 126.000 puestos de trabajo activados.
Además, la contribución fiscal y la seguridad social del fútbol de élite (primeras tres categorías) superó los 1.300 millones en 2020. En tal sentido, los 99 clubes de fútbol profesional representan el 73,1% de la contribución del sector deportivo italiano (50.000 clubes, empresas y organizaciones), con una "incidencia récord entre las registradas desde 2015".
En los últimos 15 años analizados, subraya el presupuesto, por cada euro "invertido" por el gobierno italiano en el fútbol, el sistema del país obtuvo un retorno en términos fiscales y de seguridad social de 18,9 euros.
Esa cifra surge en el período considerado de la relación entre los impuestos y las contribuciones a la seguridad social generadas por el fútbol profesional italiano (más de 16.800 millones) y las contribuciones pagadas primero por Coni y luego por Deporte y Salud a la FIGC (891,6 millones).
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