Arabia Saudita albergará por quinta vez desde este viernes y durante los siguientes catorce días la edición número 46 del Rally Dakar, la tradicional carrera creada en 1979 por Thierry Sabine.
La cita comenzará en Al-Ula, que marcará el inicio de un recorrido de 7.861 kilómetros, con 4.716 kilómetros de etapas cronometradas, mientras que la meta estará en Yanbu, en el Mar Rojo.
La organización anunció que 425 vehículos de diversas categorías y 778 pilotos y tripulaciones participarán de la carrera, en la que el qatarí Nasser Al-Attiyah, campeón olímpico de tiro al plato, buscará su sexto título.
Al-Attiyah volverá a enfrentarse a los franceses Sébastien Loeb y Stéphane Peterhansel y al español Carlos Sainz.
"Quería un Dakar difícil. Ya fue duro el año pasado, pero quería llegar más lejos", afirmó el director del Dakar, David Castera, al presentar la nueva edición de la carrera que ya registró 77 víctimas, entre corredores, profesionales y espectadores, entre ellos el propio Sabine, quien murió en 1986 al estrellarse su helicóptero.
La carrera ofrecerá un prólogo desde el yacimiento arqueológico de Al-Ula, en el noroeste del país, y continuará hacia el sureste, donde está prevista una primera pausa de 48 horas en el Rub al-Khali, el Barrio Vacío, un inmenso mar de arena con dunas.
Al-Attiyah, de 53 años, buscará su tercera victoria consecutiva tras coronarse por primera vez en 2011 con un Volkswagen, mientras que en 2015 se impuso con un Mini y 2019, 2022 y 2023 con un Toyota.
"Estoy feliz de formar parte de un nuevo equipo y de aceptar un nuevo desafío para el próximo Dakar. He ganado cinco veces con tres equipos diferentes. Si ganamos el Dakar 2024 con el Prodrive Hunter, llegaremos al rally historia", destacó Al-Attiyah sobre su nuevo vehículo, un buggy patrocinado por el Nasser Racing Team.
Por su parte, Loeb, nueve veces campeón del mundo de rally, conducirá también un ProDrive e intentará conseguir su primera victoria en ocho participaciones, mientras que los abanderados de Audi serán Peterhansel (que ostenta el récord de 14 victorias), y Sainz, que puede presumir de cuatro éxitos.
Peterhansel y Sáinz conducirán el coche híbrido-eléctrico de la casa de los cuatro círculos, el RS Q e-tron, mientras que Toyota apostará con una Hilux piloteada por el sudafricano Giniel de Villiers (campeón en 2009) y el brasileño Lucas Moraes, tercero en 2023.
En la categoría de motos, el vigente campeón, el argentino Kevin Benavides, que el año pasado superó por 43 segundos al estadounidense Toby Price, intentará con su KTM revalidar su título tras recuperarse de una fractura de fémur y muñeca.
También confirmaron su presencia el propio Price y Luciano Benavides, hermano del campeón defensor de motos, que contará con la presencia de ocho italianos, entre ellos Paolo Lucci, decimoquinto en 2023.
"Para mí, el Dakar representa la carrera entre todas las carreras del desierto, aquella para la que te preparas todo el año y que te permite competir con los corredores más fuertes del mundo en estos escenarios", aseguró Lucci.
El piloto italiano de 29 años, que competirá con el dorsal 17, es oriundo de Castiglion Fiorentino (Arezzo), la misma ciudad que Fabrizio Meoni, el gran ganador múltiple del Dakar que murió mientras corría en 2005.
"Es una carrera legendaria y por eso ya es un honor poder correrla. Son dos semanas de pruebas especiales en el desierto durante las cuales el tiempo se percibe de otra manera", agregó Lucci, segundo en el Campeonato del Mundo FIA de Rally Raid (W2rc).
"Esta competición te hace perder la noción del tiempo, porque una vez regresas al vivac no tienes horario. Es difícil de explicar porque si no lo experimentas, de todos modos es difícil entenderlo", completó Lucci, que estará apoyado por el equipo holandés Bas World Ktm Racing.
Por su parte, el también italiano Gioele Meoni, hijo de Fabrizio Meoni, expresó su espectativa de cara a su debut en la categoría de motos: "Pondré en marcha los proyectos solidarios iniciados por mi padre vinculados a la Fundación Fabrizio Meoni Onlus y a Dakar4Dakar. No estoy aquí para ganar, sino para construir una escuela" para los niños del desierto, adelantó.
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