El Papa Francisco recibió hoy en audiencia a los ciclistas del equipo Athletica Vaticana que participaron recientemente en el Mundial de ciclismo que se celebra en Glasgow, Escocia.
Durante la visita, el Pontífice firmó una bicicleta donada por la compañía Pinarello (que las fabrica de forma artesanal) y que utilizó el neerlandés Rien Schuurhuis durante el certamen.
La bicicleta de Schuurhuis (esposo de la embajadora de Australia ante la Santa Sede, Chiara Porro), será subastada y el dinero recaudado se destinará al Dispensario pediátrico vaticano "Santa Marta", que alberga a 500 familias indigentes con niños.
Durante la audiencia, los ciclistas le relataron a Francisco su experiencia mundialista, vivida en comunión con la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.
Experiencia en la que Alberto Bellapadrona y Marcus Bergmann compartieron en la competencia reservada a los pedalistas amateur con Masomah Ali Zada, una ciclista afgana de equipo de refugiados formado por la Unión Ciclista Internacional (UCI) con atletas de Afganistán, Siria e Irán.
También se refirieron a la que vivieron junto con los campeones paralímpicos, al tiempo que le obsequiaron al Papa una imagen de la Madre de Dios de personas en situación de vulnerabilidad atendidas en el Centro "Ozanam" de Glasgow, reunidos justamente en la víspera de la competencia.
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