Una nueva controversia generó hoy el acuerdo alcanzado en la víspera entre Juventus y la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) en torno a la sanción por las maniobras relacionadas con el pago de salarios por parte del club turinés.
La fiscalía de la FIGC inició un procedimiento contra Stefano Bandecchi, presidente de Ternana (que evitó el descenso en la Serie B), quien cuestionó en duros términos al presidente de la entidad, Gabriele Gravina, por su respaldo al acuerdo alcanzado con Juventus.
"No quise ofender a Gravina", afirmó Bandecchi, flamante alcalde de Terni, al tomar nota de la polémica que generaron sus declaraciones previas, por las que el titular de la FIGC estaría evaluando demandarlo.
Más temprano y en diálogo con TvPlay, Bandecchi afirmaba: "Con todo el respeto que me merece Gravina, creo que debería cambiar de 'dealer' (proveedor de drogas, Ndr) porque dijo algo gravísimo para alguien que ocupa un cargo como el suyo".
"Se equivocó. Lo que dijo no tiene pies, ni cabeza. Tal vez quiso decir otra cosa", agregó al afirmar que "nadie puede considerarse por encima de la ley" y afirmar que "si así fuera, discúlpenme, pero mañana saldría a robar un banco para resolver mis problemas con ese dinero".
"Realmente entiendo muy poco el mundo del fútbol, que le ofrece una buena vida a los futbolistas y a los entrenadores, pero después masacra a los presidentes", continuó al destacar que "Juventus tiene deudas inconcebibles, como Milan e Inter".
Bandecchi explicó también que "la Serie A (primera división) recibe mucho más fondos que nosotros, que tenemos gastos muy elevados también. Por eso, los equipos que ascienden, descienden poco tiempo después".
Más tarde, cuando sus dichos ya habían levantado polvareda, el dirigente aclaró con una nota en el sitio oficial de Ternana que su intención no había sido ofender a Gravina.
"Al mismo tiempo, quisiera renovar mi aprecio a su gestión", agregó Bandecchi, al explicar que "mi respuesta apuntaba a una afirmación de un periodista que atribuía a Gravina declaraciones en las que consideraba que con el acuerdo entre Juventus y el Tribunal Federal era más importante salvaguardar un bien económico que las normas vigentes".
"Yo no estaba de acuerdo con esa afirmación y precisé que si esas fueran las palabras pronunciadas por Gravina, él habría malinterpretado un concepto básico porque no se puede anteponer un interés particular por sobre el principio de equidad frente a la justicia", agregó.
Por último, Bandecchi destacó: "No tengo ningún problema si Gravina puede mantenerme lejos del fútbol si eso es lo que pretende o denunciarme ante la justicia si lo considera oportuno".
Quien terció en la cuestión fue el ministro de Deportes y Juventud, Andrea Abodi, según el cual "el acuerdo entre Juventus y la federación estaba dentro de las posibilidades y se respetaron las normas, que contemplaban esa opción".
"Lo que ocurrió debe servirnos como aprendizaje, como experiencia e inducirnos a obrar, cada cual respetando su rol, para que el mundo del deporte y el fútbol en particular sean cada vez más creíbles a lo ojos de quienes aspiran a una competencia limpia, dentro y fuera de la cancha", agregó el ministro.
"Sobre la reforma de la justicia deportiva conversamos tanto con Gravina, como con (Giovanni) Malagó (presidente del Comité Olímpico Italiano, CONI, Ndr) y son ellos quienes tienen el deber de realizar un análisis crítico de lo ocurrido en este año y medio", completó Abodi.
Juventus, que mediante el acuerdo se aseguró que no le serán descontados más de los 10 puntos que ya le habían sido descontados a modo de sanción, se prepara para el cierre del campeonato.
A la espera de un veredicto de la UEFA (que podría marginarla de las Copas europeas en caso de lograr el cupo), el plantel de Massimiliano Allegri se prepara para visitar a Udinese en la última fecha, el domingo.
"Saldremos fortalecidos de todo lo que nos tocó vivir", afirmó tiempo atrás el entrenador del equipo turinés, que a lo sumo podría aspirar al quinto puesto dependiendo de los resultados que se den en la última jornada, con lo cual aseguraría su clasificación a la próxima Europa League.
Después será cuestión de la UEFA decidir si tiene luz verde para competir o si decide marginar a Juventus de las competencias que organiza a modo de castigo.
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