"Esto ya no es fútbol, es algo inhumano", afirmó el delantero brasileño Vinicius Jr, en alusión a un nuevo acto de racismo en su contra que se convirtió en una cuestión de Estado y por el cual fueron arrestadas siete personas.
"El discurso sigue siendo el mismo: Dicen que se trata de casos aislados. Pero no es cierto, son cosas que ocurren en varias ciudades españolas y hasta en un programa televisivo", agregó el futbolista, expulsado en el partido que Real Madrid perdió en campo del Valencia, cuyos aficionados se cansaron de insultarlo.
"Hablé con Vinicius durante el partido porque se quería ir. Yo le pedí que siga porque no quería reemplazarlo por un hecho de racismo", confesaba el lunes el italiano Carlo Ancelotti, DT del "merengue".
"Lo que está sucediendo es inaceptable. Así no se puede seguir", agregó al explicar que "la Liga española tiene un problema y no es Vinicius, que es la víctima. Lo insultaron todo el partido y al final él fue quien terminó expulsado".
"Cada vez que jugamos fuera de casa me llevo una sorpresa desagradable y ya son muchas esta temporada", comentó el delantero al enumerar: "Me desean la muerte y aparecen marionetas colgadas con mi nombre y tengo todo registrado".
En un posteo en la red social Instagram, Vinicius publicó un video con una "compilación" de las situaciones que debió soportar esta temporada en distintos estadios de España.
"Las pruebas están en este video. Ahora me pregunto ¿Cuántos de estos racistas tienen nombre y fotos en las redes? Se los respondo fácil: Ninguno".
"Ni una sola disculpa pública", afirmó al preguntarse ¿Qué hace falta para criminalizar a estas personas? ¿Sancionar a sus clubes? ¿Por qué los patrocinadores no castigan a la Liga? ¿Por qué la TV no se ocupa de mostrar la barbarie de cada fin de semana?".
Preguntas que buscan respuestas que no llegan y, en el mientras tanto, "me castigan a mí para justificar actos criminales", destacó.
"Nunca había escuchado a todo un estadio profiriendo insultos racistas hacia un futbolista", aseguró Ancelotti, a pesar de los años que lleva en el fútbol.
"Espero que las autoridades tomen medidas drásticas y necesarias para terminar con esto que le sucede a Vinicius y a muchos más", explicó el italiano en la previa del duelo con Rayo Vallecano por la trigésimo sexta fecha.
"Escucho a los fanáticos insultar a las madres de los jugadores y desearles la muerte y es inconcebible. No es una guerra, es un deporte", agregó.
"Tenemos una nueva oportunidad de ponerle fin a todo esto", explicó Ancelotti, al lanzar "un pedido a la Federación y a la Liga y un llamado a la inteligencia de los aficionados".
"La simple condena ya no alcanza. Lo intentamos hace mucho tiempo y nada ha cambiado. Debemos reaccionar y hasta ahora nadie lo ha hecho", comentó.
"Quisiera aclarar que no pienso que España sea un país racista, pero sí que hay racismo en España, como en otros lugares, y eso debe terminar", agregó Ancelotti.
El italiano consideró que existen excepciones a la regla como Inglaterra, donde supo dirigir a Chelsea y a Everton: "Allí no te insultan porque el problema fue resuelto hace mucho tiempo con medidas drásticas".
"En los partidos del fútbol inglés no hay policía, mientras que aquí sí porque en cada partido parece que fueses a una guerra", comparó.
El protocolo antirracismo de la Liga "resulta obsoleto", consideró Ancelotti, al comentar que tras lo ocurrido, Vinicuis "está muy triste, pero también respaldado por todos nosotros, no sólo por Real Madrid, sino por colegas de otros clubes".
"Esperamos por la sanción que recibirá y si le aplican dos fechas de suspensión, le daré una semana de descanso", anticipó.
El delantero recibió el público respaldo del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y del titular de la FIFA, Gianni Infantino, mientras que la imagen del Cristo Redentor -un símbolo de su país- lució completamente apagada en señal de solidaridad.
"Negro e impotente. Una acción solidaria que me conmueve, pero quisiera inspirar a llevar luz a nuestra lucha", dijo el delantero.
El gobierno brasileño expresó su insatisfacción ante la Embajada de España, mientras que la ministra de Política Territorial y portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, afirmaba que "nada de esto quedará impune" y aseguró que "la policía y la justicia trabajan en el tema".
Declaración que tuvo su correlato en los tres arrestos producidos en Valencia y a otras cuatro detenciones en Madrid.
"La policía arrestó hoy a tres jóvenes en Valencia por comportamiento racista en el partido con Real Madrid", informaron fuentes de esa fuerza en alusión a algunos de los sospechados de haber insultado a Vinicius.
La fiscalía valenciana abrió una investigación por delito de "crímenes de odio", categoría con la que se conoce a los delitos de naturaleza racista, en tanto que el Consejo Superior del Deporte (CSD) informó que está analizando las imágenes del partido "para aplicarle las sanciones apropiadas a los responsables".
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, solicitó se apele a una política de "tolerancia cero" para estos casos y otras cuatro personas fueron arrestadas en la capital en el marco de la investigación iniciada para dar con quienes exhibieron un muñeco colgado que lucía la casaca de Vinicius, el 26 enero, cuando Real Madrid venció al Atlético en el derby por 3-1 en la Copa del Rey.
También en este caso se investigan delitos vinculados con "crímenes de odio" y, según fuentes policiales, tres de los cuatro detenidos son "miembros activos de un grupo de ultras de un club madrileño" que se supone sería el "colchonero".
La Federación Española de Fútbol (RFEF) informó hoy que el árbitro a cargo del VAR en Valencia-Real Madrid del domingo: Ignacio Iglesias Villanueva, fue marginado del duelo Betis-Getafe de mañana para el que había sido designado como ayudante de VAR, así como también del que jugarán Osasuna y Athletic de Bilbao por la siguiente jornada.
La entidad la bajó el pulgar porque en la gresca que se generó entre Vinicius y su colega Hugo Duro le habría mostrado al árbitro principal, Ricardo de Burgos Bengoetxea, las imágenes de la agresión del brasileño y no la de su rival (que lo tomó del cuello), por lo que sólo el de Real Madrid recibió la tarjeta roja directa.
"No sabemos si fue una manipulación o un olvido, pero está claro que Vinicius fue agredido y se defendió", comentó Ancelotti al respecto.
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