Paradójicamente, Folau, que puede jugar como fullback o wing, había sido expulsado de la selección de Australia y había sufrido la rescisión de un contrato por 2,5 millones de euros con la federación de rugby de su país meses antes del Mundial 2019 por mensajes discriminatorios que había publicado en redes sociales.
Folau, de 34 años, había invitado a los homosexuales y a otros "pecadores" a quienes calificó como "ladrones, mentirosos, adúlteros, paganos, ateos, borrachos y fornicadores" a reflexionar porque "de lo contrario, los espera el infierno".
El rugbier australiano, reconocido ferviente cristiano evangélico, había comentado que su credo religioso "no debería impedir mi capacidad de trabajar o de jugar para mi club y mi país".
Pero Folau pudo volver a jugar luego en las filas de los Dragones Catalanes de la Rugby League antes de volver a competir con la selección de Tonga, con la que participará del Mundial previsto en Francia del 8 de septiembre al 28 de octubre.
"Lo llamé porque es un gran jugador", explicó Steve Hansen, ex DT de los "All Blacks" y actual entrenador de World XV, equivalente a la selección de Resto del Mundo del fútbol.
"Sabía que su convocatoria habría provocado polémicas y herido a algunas personas, pero me interesa el jugador, no sus ideas, que por otra parte no comparto", aclaró Hansen sobre Folau.
"Y en todo caso, Folau fue sancionado y ahora puede jugar porque es un elemento de relieve mundial y mi tarea es elegir a los mejores", completó Hansen.
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