"Italia ya ganó", afirmó Gabriele Gravina, presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), al resumir el entusiasmo que generó la clasificación de tres representantes a las finales de las principales Copas europeas.
Inter definirá el título de la Champions frente a Manchester City el 10 de junio en Estambul, Roma irá por la corona de la Europa League el 31 de mayo en Budapest ante Sevilla y Fiorentina chocará con West Ham el 7 de junio en Praga por la Conference League.
"Inter, Roma y Fiorentina lograron algo excepcional para todo el fútbol italiano", destacó Gravina.
El "Calcio" vuelve a soñar después de tres décadas, pues la última vez en que tuvo a tres protagonistas en las finales fue en 1994, cuando Milan celebró en Champions al golear al Barcelona, Inter superó al Salzburgo en la por entonces Copa UEFA y Parma cayó en la Recopa de Europa con Arsenal.
Escenario que podría superarse igualando lo sucedido en 1990, con cuatro equipos "azzurros" en las finales, con Milan consagrándose en la Champions frente a Benfica, Juventus en la Copa UEFA ante Fiorentina, y Sampdoria conquistando la Recopa de Europa frente al Anderlecht.
El equipo genovés (hoy descendido a la Serie B) se tomaba revancha de la final perdida un año antes con Barcelona, cuando Milan celebraba en Champions frente a Steaua Bucarest y el Napoli de Diego Maradona frente a Stuttgart en la Copa UEFA.
Tiempos dorados de un "Calcio" que hoy recupera el brillo, aunque con equipos que -a diferencia de aquellos- están integrados en su mayoría por futbolistas extranjeros.
Italia se disputa la hegemonía con la Premier League, representada por el City y por West Ham, y con una Liga de España que apuesta por Sevilla, el más laureado entre Copa UEFA y Europa League con seis coronas.
La final de la Champions es la que más atención acapara, con un Inter que intentará reencontrarse con la gloria luego de 13 años, cuando logró la triple corona (scudetto, Copa Italia y Champions) al mando del portugués José Mourinho.
Hoy es Simone Inzaghi el comandante del "nerazzurro" que jugará también la final de la Copa Italia (el 24 de mayo en el Olímpico de Roma frente a Fiorentina) Será frente al City de Josep Guardiola, encaminado hacia su tercera corona consecutiva en la Premier League y sediento de revancha tras la primera final de Champions perdida frente al Chelsea hace dos temporadas.
Duelo al que los "Ciudadanos" llegan como favoritos tras eliminar por paliza a Real Madrid (el más laureado con 14 coronas y último campeón) y con el goleador noruego Erling Haaland en estado de gracia.
Guardiola cuenta también con el argentino Julián Alvarez, campeón mundial en Qatar 2022 tras afirmarse como titular en la "albiceleste" en desmedro de Lautaro Martínez, artillero inamovible en el once inicial de Inter.
Aquella consagración del "nerazzurro" en Champions llegó con Mourinho, quien llevó a la Roma a conquistar la primera corona de la Conference League en la pasada temporada y la instaló en la final de la Europa League este año.
Fue con un empate sufrido ante Bayer Leverkusen (había ganado en la ida) y con un plantel batallador, pero acotado, según reconoció el "Special One".
"Por suerte no necesitamos a Paulo (Dybala), que tendrá un par de semanas para recuperarse", admitió Mourinho tras el partido al reconocer que el argentino es "fundamental" para las aspiraciones de Roma.
La experiencia del portugués será la llave que tendrá el "giallorosso" para afrontar a la de un Sevilla que sacó pasaje eliminando a Juventus con un gol de Erik Lamela, otro argentino con pasado en Roma.
La Roma aterrizó hoy en el aeropuerto de Fiumicino, donde la aguardaban unos pocos aficionados. escena que contrastó con la fiebre que desató la clasificación a la final, pues en menos de 24 horas se agotaron las 15500 disponibles para el partido en Budapest (hubo cerca de 50 mil fanáticos pugnando por un boleto).
Apoteósica resultó la bienvenida a Fiorentina tras avanzar a la primera final continental en 33 años que la convierte, además, en la primera en disputar las definiciones de los cuatro principales torneos europeos (Champions, Recopa de Europa, Copa UEFA y Conference League.
Cientos de aficionados aclamaron al plantel de Vincenzo Italiano a su regreso de Basilea, donde revirtió la derrota sufrida como local cuando agonizaba el tiempo suplementario con un gol del checo Antonín Barák.
El argentino Nicolás González (felicitado por su compatriota Gabriel Batistuta, ídolo del club "violeta"), había equilibrado la balanza con un doblete para mantener viva a una Fiorentina recibida por una multitud en el aeropuerto de Peretola.
"No puedo hablar. Me hicieron llorar", confesó el ítalo-estadounidense Rocco Commisso, propietario del club al resumir el entusiasmo de esos aficionados, que sueñan también con celebrar en Copa Italia el miércoles.
"Merecimos estar en las dos finales", afirmó Italiano, al confesar que "si me hubiesen preguntado cuál de las dos quería jugar al inicio de la temporada, sin dudas hubiese elegido Praga".
Consultado sobre un pronóstico para las tres finales, Dino Zoff, histórico arquero de la selección nacional y de Juventus (con la que ganó la Copa UEFA en 1976-77), opinó que "no está dicho que Inter no tenga chances, mientras que Roma puede jugársela y Fiorentina arranca ligeramente como favorita".
"Inter tendrá una parada durísima contra el City, pero a mí también me tocó perder partidos a los que llegábamos como favoritos", destacó el también DT al apuntar a la final de la Champions perdida en 1982-83 con Juventus frente al Hamburgo en Atenas.
Otro con pasado de gloria en Juventus es Alessandro Del Piero, quien consideró que el contar "con tres representantes italianos en las tres finales europeas no sucedió por arte de magia, ni por fortuna".
"Quizás estemos algunos pasos más atrás que la Premier League, pero contamos con una pasión que a veces lo compensa", resumió.
"El tener a tres equipos representando a Italia en tres finales continentales nos da prestigio", coincidió Giovanni Malagó, presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), al opinar que "ni el más optimista hubiese apostado un euro" a que esto sucedería.
"Napoli también es un ejemplo de que con ideas se puede pelear en igualdad de condiciones con la capacidad financiera de clubes de otras Ligas como la inglesa", completó Malagó en diálogo con ANSA.
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