La policía portuguesa realizó allanamientos en diversas oficinas de los tres principales clubes de fútbol del país, Benfica, Sporting de Lisboa y Porto, en el ámbito de la investigación llamada "Operazione penalty".
    Para Benfica y Sporting de Lisboa las autoridades judiciales iniciaron el proceso de instrucción.
    En la mira de las 67 órdenes de allanamiento figuran las cajas de seguridad de algunos jugadores y las oficinas de "Gestifute", la empresa de Jorge Mendes, uno de los principales representantes del fútbol internacional.
    La operación investiga el presunto delito de fraude fiscal, estafa y apropiación indebida.
    La investigación comenzó a partir de la revelación de documentos por parte del "hacker" Rui Pinto y que derivó en el escándalo llamado "Football Leaks".
    Los abogados de Pinto, que fue enviado a juicio y espera su sentencia (su lectura fue aplazada de abril al 13 de julio) rechazaron comentar la noticia.
    "En 2015 el proyecto Football Leaks dio el puntapié inicial.
    Después de centenares de revelaciones de impacto global, la pelota pasó ahora a la justicia", publicó en cambio Pinto en su cuenta de la red social Twitter.
   

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