Milan-Inter, primer capítulo

   (ANSA) - MILAN, 9 MAY - Milan e Inter animarán mañana en San Siro el primero de dos "Derbys della Madonnina" en el lapso de dos semanas por el pasaje a la final de la Champions League en Estambul.
    El partido, arbitrado por el español Jesús Gil Manzano, se jugará en un colmado estadio Giuseppe Meazza al que acudirán figuras del deporte, del espectáculo y de la música.
    Una de ellas es el tenista serbio Novak Djokovic, quien disputa el Masters 1000 de Roma en el que defiende el liderazgo del ranking ATP y aprovechará la ocasión para asistir al clásico de Milán.
    "No es sólo un derby, es El derby", afirmó Simone Inzaghi, DT de un Inter al que muchos ven como favorito a avanzar a la definición frente al vencedor de la llave que ponían en marcha hoy Real Madrid, último campeón y el equipo más laureado de la historia, y Manchester City.
    El "merengue" defiende la corona que alzó en 14 ocasiones, el doble de las que ostenta Milan, que acaba de abdicar al trono de la Serie A tras la consagración anticipada de Napoli como nuevo rey del "Calcio".
    "En la Champions no tuvimos los altibajos que sí tuvimos en el campeonato", admite Stefano Pioli, DT de un Milan que va por la gloria perdida en el torneo continental que conquistó por última vez en 2007 con Carlo Ancelotti, hoy técnico del Real Madrid.
    "No está dicho que Inter es favorito como algunos afirman.
    Podemos eliminar a cualquiera, como lo hicimos con Tottenham Hotspur (en octavos) y con Napoli (en cuartos)", agregó el entrenador "rossonero".
    Los antecedentes por Champions entre Milan e Inter, que con los dos duelos en semifinales habrán jugado cinco en esta temporada (uno más que en la anterior), favorecen al que mañana será local.
    Milan se impuso cuando chocaron en semifinales de la temporada 2002-03 (empataron 0-0 y 1-1 y avanzó por el gol convertido como visitante a la final, en la que venció a Juventus por penales) y en cuartos en 2004-05 (5-0 en el global, aunque luego perdería por penales en la definición con Liverpool en un partido que ganaba por tres goles y finalizó empatado).
    "Estoy tranquilo porque vi a los muchachos trabajar concentrados y sabemos que esta llave se definirá en 180 minutos", destacó Inzaghi, quien reconoció: "Sabemos la importancia que tiene este clásico para nosotros, para el club y para los aficionados".
    Se calcula que la recaudación superará los 10 millones de euros.
    El récord actual es de 9,13 millones y corresponde al duelo con los "Spurs" en octavos al que asistieron 74.320 espectadores.
    Inter celebró por tercera y última vez en Champions en 2009-10, superando por 2-0 al Bayern Munich en el Santiago Bernabéu con el portugués José Mourinho (hoy en Roma), al mando del cual celebró la triple corona (scudetto, Champions y Copa Italia).
    Inter mantiene hoy sus opciones en el torneo continental y en Copa Italia, cuya final disputará con Fiorentina.
    De cara al clásico con Milan, Inzaghi advierte: "No debemos tener temor, sino hambre de gloria y esperamos avanzar a la final" que se jugará el 10 de junio en el Estadio Olímpico Atatürk, de Estambul.
    "El equipo llega bien y debemos apelar a la mentalidad y al corazón", agregó, al reconocer que "Inter llega como favorito, pero cada partido es una historia en sí misma y, más aún, un clásico".
    "Sabemos de la importancia de este partido. Saldremos a ganar y para ello tenemos que jugar con agresividad y determinación", aseguró Inzaghi.
    "Jugamos siete clásicos en 20 meses, pero este será distinto a todos", aclaró al reconocer que será necesaria también "una alta dosis de sacrificio".
    Inzaghi reconoció que si bien tiene opciones en el mediocampo y en ataque, "en defensa son limitadas porque no sabemos si contaremos con (el germano-neerlandés Robin) Gosens y esperamos recuperar a (Danilo) D'Ambrosio".
    La principal duda en Milan es el goleador portugués Rafael Leao, reemplazado a poco de iniciado el partido que Milan le ganó a Lazio el sábado.
    "Conocemos su calidad y sabemos que no fue confirmado. Tomaremos algunas decisiones, pero su presencia no condicionará nuestro plan de partido", dijo Inzaghi, mientras que Pioli anticipó que "Probaremos a Leao mañana por la mañana para saber si jugará o no".
    "Hoy realizó el trabajo que habíamos programado y mañana veremos si lo convoco después de que los médicos evalúen sus condiciones", agregó el técnico del Milan al reconocer que el portugués "tiene características que nos obligarán a cambiar el esquema si no jugase".
    Leao realizó trabajos diferenciados hoy, pero en relación con lo efectuado en la víspera, practicó también en cancha, aunque trotó sin forzar demasiado.
    Confirmadísimo su habitual compañero de ataque, el francés Olivier Giroud, quien coincidió en el que "será un clásico especial y distinto" y confesó que le encanta "jugar estos grandes partidos".
    "Esperamos hacer un gran papel mañana y para eso debemos darlo todo", agregó al considerar que "no será un duelo entre Giroud y (el argentino) Lautaro (Martínez), pero "sí una especie de revancha" no sólo por la final que consagró campeón mundial a Argentina en Qatar en 2022 frente a Francia, sino "por la de la Supercopa" de Italia que Inter ganó por 3-0 en Riad.
    "No es algo personal con Lautaro y no se trata de un desafío entre él y yo, pero sí será una motivación adicional enfrentarlo", reconoció el francés.
    "Este es un clásico que ninguno de nosotros ha jugado antes", terció Pioli al apuntar a la segunda semifinal de Champions de la historia entre Milan e Inter.
    "Esperamos que los aficionados nos carguen de energía. Yo intento transmitirle a los jugadores la felicidad de vivir estos momentos", completó el entrenador de un Milan que jugará su decimocuarta semifinal en este torneo, concepto al que también apeló el zaguero Federico Dimarco, de Inter.
    "Es hermoso jugar el clásico y más en semifinales de Champions", afirmó el defensor, destacando que "Milan dejó en el camino al Tottenham y al Napoli y tratará de repetir, pero nosotros queremos demostrar por qué estamos aquí también".
    Consultado sobre aquella semifinal que Milan e Inter jugaron hace dos décadas, Dimarco aclaró también que "no se trata de una revancha porque no estamos mirando el pasado, sino el futuro", aunque confesó que en esa ocasión "fui testigo como fanático de Inter y no guardo un grato recuerdo". (ANSA).