Cientos de fanáticos del Napoli se congregaron hoy en Castel Volturno para alentar a su equipo en la previa del partido de mañana ante Salernitana que podría significar la conquista anticipada del ansiado "scudetto", tercero de la historia y el primero desde los tiempos del legendario astro argentino Diego Armando Maradona.
Justamente en el estadio San Paolo, rebautizado en homenaje al recordado ex campeón mundial luego de su fallecimiento aquel fatídico 25 de noviembre de 2020, podría decretarse este domingo la consagración matemática del equipo de Luciano Spalletti, que con 17 puntos de ventaja sobre la escolta Lazio, necesita de un triunfo propio y también que los de Maurizio Sarri no lo hagan frente a Inter en Milán.
Si se alineasen los planetas este domingo, Napoli volverá a gritar campeón por primera vez desde la temporada 1989-90 y la alegría que esta posibilidad genera, aún cuando restarán otras cinco jornadas para el final del campeonato, se percibe en las calles de Nápoles desde hace tiempo a la espera de estallar como si se tratase de un desahogo.
La ansiedad es tal que no queda habitación disponible alguna en ningún hotel de Nápoles, al punto que su rival de turno, la Salernitana del portugués Paulo Sousa, deberá pernoctar en Salerno y viajar directamente rumbo al estadio horas antes del trascendental partido, que se jugará conociendo el resultado del choque entre Inter y Lazio en el Giuseppe Meazza, para entonces ya resuelto.
Los fanáticos del Napoli dispondrán de un tren especial para trasladarse desde distintos puntos hasta la estación "Mostra", ubicada frente al estadio Maradona, una formación ferroviaria que lucirá el scudetto pintado en el frente y será de color azul con una leyenda que dice: "Un día, de repente, me enamoré de tí", mientras otros tantos aficionados llegarán por sus propios medios o a bordo de autobuses.
Más de 2500 efectivos policiales serán desplegados en la ciudad para mantener la seguridad y permitir que la fiesta, de concretarse, se realice en paz pues se esperan más de un millón de personas en las calles, muchas de ellas cerradas al tránsito vehícular, de las cuales 250 mil serán turistas que llegaron porque quieren sumarse a la fiesta.
Por ese motivo también se sumaron varias ambulancias al servicio de asistencia y se reforzó el número de médicos disponibles al tiempo que a partir del domingo entrará en vigencia la prohibición de expender bebidas en botellas o en latas.
El clima de celebración se percibe desde hace días y se traduce también en la multiplicación de murales en homenaje a Mardona y en los "scudettos" pintados en distintos puntos de la ciudad, uno de ellos frente a la basílica de Santa María de la Sanidad, en un histórico barrio de Nápoles, cuyo alcalde, Luigi de Magistris, afirmó hoy: "Confío en que todo saldrá bien porque conozco muy bien al pueblo napolitano, que sabrá celebrar multitudinariamente y en paz y alegría".
Sobre la arena de las playas de Posillipo, iluminadas con luces de colores, se destacan los escudos que representan a los tres "scudettos" del Napoli, aquellos de 1986-87 y 1989-90, sumado claro el que está a punto de obtener quizás mañana mismo, con el Vesubio como testigo.
Pero hasta en Nueva York se preparan para festejar, pues en la Gran Manzana habita una importante colonia de napolitanos, muchos de los cuales seguramente se congregarán en la sede del Napoli Club NYC de Ribalta, en la zona de Union Square, donde serán desplegadas tras pantallas gigantes para seguir las instancias del partido con Salernitana.
Salerno, en cambio, no parece compartir esa alegría y hubo quienes lanzaron huevos contra el frente de un edificio de la ciudad en el barrio Torrione contra algunos balcones en los que flameaban banderas del Napoli, algunos de cuyos aficionados fueron amenazados para que no celebren un eventual triunfo frente a Salernitana.
"No queremos ver bandera del Napoli en los balcones de Salerno por respeto a esta ciudad y a los fanáticos de Salernitana", afirmaron en las redes sociales, mientras que en algunas regiones de la provincia aparecieron directamente banderas que decían: "Odio eterno a Nápoles".
Similar panorama en Turín, donde el equipo de Spalletti logró un agónico triunfo el pasado fin de semana ante Juventus que lo acercó un paso más al "scudetto", profundizando la histórica rivalidad y el encono entre el norte acomodado del país y el sur postergado.
Los fanáticos del Napoli residentes en Turín se organizaban estos días para convocarse en la Plaza Castello mañana si el club de sus amores se consagra por anticipado, pero también fueron amenazados en las redes sociales en las páginas que congregan a los ultras de Juventus con mensajes que decían: "Esta no es vuetra ciudad, eviten festejar porque no lo permitiremos".
"Hay sólo dos equipos que pueden celebrar en nuestras plazas: Juventus y nuestros primos (del Torino, Ndr), que festejaron su ascenso de la Serie B a la Serie A y tuvimos que contenernos porque esta también es su ciudad, pero no la vuestra", completaba la amenaza dirigida a los fanáticos del Napoli.
Los simpatizantes el "granate", en cambio, se mostraron mucho más tolerantes y también publicaron mensajes en las redes en las que afirmaban: "No somos unos jodidos. Respetemos a los napolitanos que quieren festejar en Turín".
Otro club del norte, más precisamente de Friuli, es Udinese, cuyos hinchas que suelen ocupar la Curva Norte del estadio tampoco están dispuestos a permitir festejos en su ciudad y alertaron: "No se lo permitimos a los de Juventus, a los de Milan o a los de Inter y, con mayor razón, tampoco toleraremos que lo hagan los napolitanos. Udine es sólo blanquinegra: Respeto".
La rivalidad entre las parcialidades de Udinese y del Napoli se incrementó en 2010, cuando grupos de fanáticos de ambos equipos chocaron en las adyacencias del estadio Friuli con un saldo de varios heridos. Las fuerzas de seguridad, considerando aquel antecedente, están en alerta máxima.
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