"Deberían parar a este árbitro durante un tiempo", afirmó sin medias tintas Maurizio Sarri, técnico de una Lazio que terminó más molesta con el juez del partido, Davide Ghersini, que por la derrota frente a Torino en el Olímpico.
"Espero que lo hagan porque de otro modo me preocuparía", agregó el veterano entrenador al apuntar al arbitraje de Ghersini, que calificó como al menos "discutible" al apuntar a "varios episodios que me pusieron muy nervioso".
"Debemos aplaudir a mis muchachos, que lograron mantener la calma sin perder la cabeza porque con este tipo de arbitraje pudimos terminar con diez o incluso nueve jugadores en cancha", graficó.
Según Sarri, lo incomprensible de la actuación de Ghersini es que "la medida para evaluar las faltas cambiaba cada tres minutos" al tiempo que "incluso Torino reemplazó a un jugador que debió ser expulsado. Se dio cuenta todo el banco de suplentes de ellos, pero el árbitro no".
El DT de Lazio apuntó también al gol del croata Ivan Juric a los 43' que le dio la victoria al "granate", al afirmar que llegó "de un saque de banda que se hizo un metro dentro de la cancha", así como a un "claro penal contra (el albanés Elseid) Hysaj que no fue sancionado".
"Me pregunto cómo puede ser que siete personas (sumando a los asistentes de Ghersini y a los designados para controlar el VAR, Ndr) no vean estas cosas", completó Sarri, aún cuando reconoció que Lazio hoy "estuvo poco brillante".
Satisfecho lucía en cambio su colega croata Iván Juric, al afirmar que "la victoria llegó porque hicimos un gran partido y sufrimos bastante poco".
"Lazio es un gran equipo, pero el triunfo es súper merecido", agregó el técnico del Torino al destacar que no sólo Ilic, autor del gol, hizo una buena tarea "sino todo el equipo, que sigue creciendo y madurando".
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