"Haremos todo para que sean inolvidables", prometió hoy Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024, en diálogo con ANSA y a 15 meses de celebrarse la ceremonia inaugural.
"La humanidad ha vivido años difíciles y los Juegos tienen un poder enorme y único que queremos aprovechar para unir al planeta y celebrar los valores del deporte", agregó.
"Queremos mostrarle al mundo lo mejor de Francia y sabemos que existe una enorme expectativa en torno a estos Juegos", completó el ex triple campeón olímpico de remo.
A diferencia de la pasada edición, que se disputó sin público debido a la pandemia de Covid-19 que obligó a postergarlos por un año, París 2024 espera convocar a una gran concurrencia.
Para ello, contará con escenarios históricos para albergar las competencias, como las de esgrima, que serán en el Grand Palais, las de voleibol playa a los pies de la Torre Eiffel, o las de equitación en los jardines del Palacio de Versalles.
Estanguet, de 44 años y retirado del deporte de elite hace una década, se siente a gusto en su actual función y confiado en la suerte de Francia, que gracias a él celebró tres medallas de oro a nivel individual en tres ediciones distintas de los Juegos (Sydney 2000, Atenas 2004 y Londres 2012).
"Somos gente que ama los desafíos", afirmó al referirse a los franceses y al recordar que participó en cuatro ediciones de los Juegos, "que representan un momento excepcional y único para el mundo".
"El poder que tienen es enorme, especialmente en esta ocasión tras lo ocurrido en la pasada edición", reiteró al augurar que esta vez las competencias se disputen en estadios colmados.
Al menos así lo anticipa la primera fase de venta de entradas para la cita que se pondrá en marcha el 26 de julio y se extenderá hasta el 11 de agosto del próximo año. Los primeros tres millones de boletos se agotaron en pocos días y en breve concluirá la segunda fase.
"Digámosle también a todos italianos que quieran asistir a los Juegos que tienen tiempo hasta el 20 de abril para inscribirse en la plataforma de París 2024", explicó Estanguet.
El funcionario destacó que la ceremonia inaugural de estos Juegos "será la primera que se desarrolla fuera de un estadio" y recordó que los atletas y las delegaciones desfilarán de este a oeste de la capital, atravesando el Sena, Notre Dame, el Museo del Louvre y la Torre Eiffel a través de un recorrido de seis kilómetros.
Francia, dijo, espera por este momento desde hace exactamente 100 años al apuntar a los Juegos que albergó en 1924 y afirmó que está preparada para el desafío.
La seguridad es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta porque -admitió- "sin seguridad, nada servirá", razón por la cual se trabaja desde enero de 2021, con un protocolo que define las responsabilidades de las fuerzas de seguridad, de la Comuna de París y del Estado.
La particular ceremonia inaugural, para la cual 100 mil espectadores contarán con entradas, aunque se presume que podrían llegar a ser hasta 600 mil, es un motivo adicional para estar atentos a la seguridad.
Una de las polémicas que enfrentan estos Juegos es el debate acerca de la readmisión de los atletas rusos y bielorrusos en medio de la la guerra en Ucrania.
"No se decidió al respecto aún, pero la situación es clara: Es el Comité Olímpico Internacional (COI) el que decide qué atletas pueden participar y eso se sabrá a fines de este año o inicios del próximo", explicó Estanguet.
"Nosotros, como Comité Organizador, respetaremos esa decisión", agregó, al recordar que en las competencias internaciones "son las federaciones las que deciden" y afirmar que "hacer predicciones hoy es muy difícil, porque incluso la situación política puede evolucionar".
Quien se refirió a los Juegos de París 2024 también es el Papa Francisco, al afirmar que deben ser "una ocasión para un encuentro profundo y afectuoso entre las personas de cada pueblo, cultura y religión".
Así lo afirmó el Pontífice en un mensaje que lleva la firma del cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y dirigido a los "queridos amigos católicos de Francia".
Francisco habló de la "alegría", pero también de la "responsabilidad" al acoger al mundo en los Juegos y llamó a abrir iglesias, escuelas y casas a los invitados, pero por sobre todo abrir el corazón.
También lo hizo al apuntar que la "fiesta del deporte ayude a integrar a las personas con discapacidad, pobres o marginadas" y auguró que el deporte, a través de los Juegos, relance "la fraternidad que tanto necesita el mundo" por estos días.
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