Entonados por sus triunfos en los duelos de ida de los cuartos de final de la Champions League, los clásicos rivales Milan e Inter saldrán al ruedo este sábado en clave de campeonato, frente a Bologna y Monza, buscando mantenerse en zona de clasificación a la próxima edición del torneo continental.
El "rossonero" tendrá una visita de riesgo en campo de un Bologna que llega en racha positiva en los últimos cuatro compromisos y que casi en silencio se arrimó también a los puestos que otorgan pasajes a las próximas Copas europeas.
El equipo de Stefano Pioli anticipa algunas modificaciones tras la victoria por 1-0 en San Siro por Champions frente al Napoli, al que ya habían derrotado por 4-0 como visitantes en el campeonato y al que visitarán en la revancha por el pasaje a semifinales el próximo martes.
Razón de más para que el entrenador tome algunas precauciones en lugar de arriesgarse demasiado en la búsqueda de tres puntos en el Renato Dall'Ara para sumar a los 52 que mantienen a Milan en el cuarto puesto, a uno de distancia de una Roma que lo precede y también a uno de un Inter que lo persigue.
Con 27 puntos por jugarse todavía en el torneo, no es momento para correr riesgos innecesarios y por eso, a pesar del buen andar del equipo entrenado por el ítalo-brasileño Thiago Motta, la rotación se impone en el plantel de un Milan que presentará varias caras distintas a las que salieron al ruedo entre semana frente al Napoli, que también rotará algunos jugadores mañana frente a Hellas Verona pensando en la revancha por Champions.
Claro que Napoli tiene un "colchón" de puntos suficiente como para permitirse ese lujo, pues comanda con 74 unidades y 16 de ventaja sobre una Lazio que salía al ruedo hoy en campo de Spezia buscando una victoria que le permita afirmarse como escolta.
Regular energías es la clave a esta altura de la temporada y Pioli aprovechará la ocasión para darle rodaje a aquellos jugadores con menos minutos ante un Bologna que sorprendió como visitante en la fecha anterior a Atalanta y se entusiasma porque sólo tiene un frente en el que pelear.
Difícil adivinar cuál será el 11 inicial de Milan porque Pioli se llamó a silencio antes de partir rumbo a Emilia con el plantel pensando seguramente más en el próximo compromiso con Napoli y la posibilidad de disputar el Derby della Madonnina con Inter en Champions, siempre y cuando el "nerazzurro" tampoco dilapide la ventaja de 2-0 que logró frente a Benfica en cuartos en Lisboa.
La posibilidad de regular fuerzas radica, además, en que Roma y Atalanta, dos contendientes en la lucha por la clasificación a la próxima edición del torneo continental, chocarán entre sí en la próxima jornada en Bergamo.
La única certeza en Milan para enfrentar a Bologna es la presencia del arquero francés Mike Maignan, mientras que en defensa jugarían su recuperado compatriota Pierre Kalulu y el germano-finlandés Malick Thiaw, Alessandro Florenzi también sería titular junto a Tommaso Pobega (Sandro Tonalli descansaría), los belgas Charles De Ketelaere y Alexis Jesse Saelemaekers, mientras que el ataque lo integraría el croata Ante Rebic para darles descanso al francés Olivier Giroud y al portugués Rafael Leao.
No le fue tan bien a Pioli cuando le dio chances a los que necesitan ganarse el puesto, pero esta vez parece no tener más remedio que apostar por ellos ante un Bologna que tratará de extender su racha frente a su público.
El argentino Nicolás Domínguez se anuncia como titular en el equipo de Thiago Motta, al igual que Nicola Sansone (autor del primer gol frente a Atalanta) y el gambiano Musa Barrow, en tanto que el chileno Gary Medel y el uruguayo Joaquín Sosa esperarían su turno en el banco de suplentes en un partido en el que no estará el suspendido Riccardo Orsolini (que sentenció el pleito en Bergamo hace una semana).
En otro duelo de la jornada, Inter buscará reencontrarse con la victoria en el campeonato luego del batacazo en Lisboa por la Champions, para enderezar un rumbo que parece haber perdido pues en las últimas seis fechas del torneo local sólo cosechó cuatro puntos y ganó por última vez frente a Lecce hace más de un mes (el 5 de marzo, para ser exactos).
Un ex conocido de la casa, Antonio Candreva, le asestó un cachetazo al "nerazzurro" de Simone Inzaghi en el último minuto del partido que ganaba frente a Salernitana al enviar un centro al área que se convirtió en el gol del empate y le impidió volver a cantar victoria para cortar una racha de tres derrotas en fila.
Monza se anticipa como un rival de cuidado para Inter, pues el equipo de Raffaele Palladino ya supo amargarlo también cuando chocaron y empataron 2-2 en la primera ronda.
La proximidad de la revancha con Benfica del próximo miércoles por la Champions (pensando en una posible semifinal que logró por última vez cuando celebró el título en 2009-10 con José Mourinho en el banco) podría desconcentrar al equipo de Milán, que jugará ante su público mañana.
Sobre todo porque también Inzaghi apunta a rotar jugadores en el plantel para darle reposo entre otros a Matteo Darmian, uno de los jugadores con más minutos en las piernas este año y quien sería reemplazado por Danilo D'Ambrosio en un once inicial que también contará con el belga Romelu Lukaku y con el argentino Lautaro Correa como dupla ofensiva (Lautaro Martínez sería suplente).
Al banco irá también el turco Hakan Calhanoglu, quien se reintegró al plantel tras una lesión que sufrió con su selección, pero todavía no está recuperado por completo, mientras que el eslovaco Milan Skriniar no se repuso aún de una dolencia que lo aqueja desde febrero.
Se anticipan más de 73 mil almas en el Giuseppe Meazza para alentar a Inter frente a un Monza que logró sólo seis puntos en los últimos siete partidos en los cuales siempre recibió goles.
"Estamos jugando mejor y el equipo lo percibe", dijo sin embargo Palladino, al agregar que "en relación con los resultados no quisiera hablar de mala suerte, sino de demasiados errores individuales que debemos corregir porque en primera división se pagan".
Palladino apuesta por una victoria "para regalarle a Adriano Galliani en su ex casa", dijo en alusión a la condición de ex dirigente del Milan del hoy directivo de Monza del que -afirmó- "aprendí muchas cosas".
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