Italia busca reencontrarse. Choque con Malta el domingo por la Eurocopa (foto: ANSA)
(ANSA) - ROMA, 24 MAR - La importancia de llamarse Harry. En
la noche en la que Kane se convirtió en el máximo goleador de la
selección inglesa, su actuación goleadora marcó la diferencia
entre la selección de los Tres Leones y la Italia de Roberto
Mancini.
Y la distancia evidente, aun considerando el debut con gol
del ítalo-argentino Mateo Retegui, es la síntesis de lo lejos
que está la selección azzurra tras el fiasco del Mundial. "Si
Italia es un sitio de construcción abierto, Mancini sabe dónde
intervenir: por supuesto, una cosa es tener que cambiar una
ventana o una puerta contra una renovación completa...", el
comentario desde Nápoles es del presidente de Comité Olímpico
Nacional (CONI), Giovanni Malagó, un espectador ayer de la
derrota italiana.
Si la decepción no se ha convertido en alarma, dentro del
equipo italiano que se llevó su amargura a Malta durante la
noche y esta mañana ya se ha entrenado de cara al segundo
partido del domingo, es porque la fórmula clasificatoria Euro
2024 permite que los dos primeros del grupo pasan.
Por supuesto, Macedonia del Norte está detrás, provocando
una decepción en la Copa del Mundo (en realidad, están por
delante de los azzurri en términos de clasificación, después de
la victoria de ayer), pero nadie quiere creer que el equipo de
Elmas realmente puede representar un cuco. Por eso, en el
"arranque cuesta arriba, con la esperanza de que luego sea
cuesta abajo" del que habló ayer, el técnico está concentrado en
estos momentos en los problemas inmediatos.
Ni Bonucci ni Barella viajaron a Malta, dos ausencias que
-más allá de la ausencia crónica del delantero centro- subrayan
las dificultades de contratación denunciadas por el técnico.
Para el domingo hay una corrida para cubrirse. Tonali es una
buena alternativa en el centro del campo pero no en su rol,
tapado si cabe por Pessina.
En defensa, las dificultades de Acerbi ante Malta deberían
abrirle las puertas a Scalvini o Romagnoli. Posibles cambios
también en ataque, donde se vuelve a plantear el dualismo
Retegui-Scamacca.
En cuanto al largo plazo, departamento por departamento
Mancini no puede dormir tranquilo. En defensa, con el descenso
de Chiellini y los problemas físicos de su excompañero de la
Juventus, la pareja de centrales ya no es una certeza. Las
dificultades para crear maniobras, mostradas ayer en Nápoles,
prueban entonces que el centro del campo puede revisarse:
Verratti está cada vez más en la versión del PSG, enrevesado, y
quizás Jorginho sufre demasiado por la doble mediapunta.
Luego, Retegui: las dotes técnicas se ven, pero el
argentino no es el delantero centro del que disfrutó ayer
Inglaterra, si no un delantero para servir en profundidad. Con
una maniobra por tanto más rápida que el regate. Hay tiempo para
volver atrás, aunque los datos de Auditel para la selección dan
una señal clara: un 33 por ciento de share con picos de más de 7
millones en la primera parte, luego medio millón de aficionados
prefirieron cambiar de canal tras la reanudación. (ANSA).
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