"El 15 de marzo, Nápoles era una ciudad sitiada, rehén de una guerra de guerrillas de ultras descontrolados que causaron grandes destrozos y pusieron en peligro la seguridad de la afición correcta, de los ciudadanos napolitanos y de los propios policías", expresó Colucci.
"Marchas no autorizadas, enfrentamientos, saqueos, lanzamientos de bombas de papel y piedra: todo pasó y está claro que quien tenía que velar por el orden público y la seguridad de los ciudadanos, es decir, el Ministerio del Interior, se encontró gravemente desprevenido", cuestionó el líder del Grupo M5S.
"Pero fue una deriva anunciada, la llegada de los ultras del Eintracht Frankfurt estaba previsto, el clima de tensión y algunos episodios de violencia que se habían producido anteriormente requerían mucha más preparación", subrayó Colucci.
"Por eso, hoy en la comisión de Asuntos Constitucionales, he dirigido la consulta de la Cámara de Diputados al Ministerio del Interior preguntando precisamente si consideró que existían graves deficiencias en las estrategias y acciones puestas en marcha para gestionar el evento deportivo de el partido Napoli-Eintracht", confirmó Colucci.
"El subsecretario (Emanuele) Prisco nos dio una respuesta decepcionante, parece que el ministerio ha levantado la bandera blanca. No explicó por qué el gobierno ha tomado medidas tan insuficientes como para sugerir una subestimación absurda", insistió el líder del Grupo M5S.
"En la actividad gubernamental con demasiada frecuencia hay una falta de revisión de su trabajo, el Ejecutivo se muestra incapaz de satisfacer la demanda de legalidad que proviene de muchos ciudadanos italianos", concluyó Colucci.
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