A pocos meses del Mundial femenino de Oceanía, la suerte de Diacre será definida durante un encuentro del comité ejecutivo de la Federación Francesa de Fútbol (FFF) convocado especialmente para este jueves.
Diacre emitió en la víspera un comunicado en el que denunció una "operación de desestabilización en curso" y expresó muy claramente que estaba "totalmente decidida a cumplir la misión" de dirigir a Francia en la Copa del Mundo de 2023.
La entrenadora, que asumió en 2017 y tiene contrato hasta junio de 2024, recibió fuertes críticas de la capitana Wendie Renard y de las delanteras Marie Antoinette Katoto y Kadidiatou Diani, quienes denunciaron métodos "militares" de Diacre.
"Durante diez días fui objeto de una campaña de difamación que asombra por su violencia y deshonestidad. Mis detractoras no dudan, sin preocuparse por la verdad, en atentar contra mi integridad personal y profesional, cuatro meses antes del Mundial", lamentó Diacre.
"No me dejaré influir por esta operación de desestabilización, que no tiene en cuenta mi currículum deportivo, y que tiene como único objetivo saldar cuentas personales", subrayó la DT.
Diacre declaró en la víspera ante miembros de una comisión de la FFF que incluye a Jean-Michel Aulas, propietario del Olympique Lyon.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA