Al inicio de ese partido, los fanáticos del Genoa lanzaron bombas de humo en el sector adyacente de los "tifosi" del Ascoli provocando una reacción inmediata.
Un grupo de ultras del Ascoli forzó el cordón de seguridad e incluso arrojó asientos de plástico hacia el sector donde se ubicaban los simpatizantes del Genoa.
Después del partido, durante el viaje de vuelta, un grupo de fanáticos del Ascoli escondidos en una calle lateral al cruce de la autopista de Porta Cartara, lanzaron bengalas encendidas y piedras contra el cristal de uno de los autobuses que transportaba a los simpatizantes del Genoa.
Algunas camionetas que trasladaban a los adicionados del Genoa se detuvieron para responder a la emboscada y bloquearon el tránsito hasta la intervención de la policía local.
Las investigaciones iniciadas por las distintas dependencias policiales, con la ayuda de imágenes grabadas, permitieron identificar a los autores de los delitos dentro y fuera del estadio, aunque también avanza en Marsella, donde residen algunos de los simpatizantes del Genoa involucrados.
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