Como suele decir la gente entrada en años y con bastante razón en algunos casos, hoy "ya no se puede confiar en nadie", tal como lo refleja lo ocurrido en el triunfo de Fiorentina sobre Sporting Braga por los dieciseisavos de final de la Conference League.
Un partido en el que el VAR, que se decía venía para ayudar a los árbitros a ser más justos, terminó desmintiendo a otro sistema tecnológico implementado para achicar los márgenes de error en el fútbol: el "gol line technology".
Si hasta entre ellos se pelean..., pensarán algunos, pero así sucedió en un tanto convertido por el brasileño Arthur Cabral, que fue convalidado por el sistema automático que confirma si el balón superó o no la línea de gol.
El árbitro francés Benoit Bastien, advertido por el VAR, volvió sobre sus pasos e invalidó la conquista tras revisar la jugada durante varios minutos y considerar que el balón no la había traspasado.
Los jugadores de Fiorentina no protestaron, pero por suerte para él el equipo italiano terminó ganando por 3-2,con un gol justamente del brasileño, tras revertir dos goles de desventaja en el Artemio Franchi en la revancha del duelo de ida que había ganado también por un categórico marcador de 4-0.
"A los 49' el sistema gol line technology señaló que la pelota había ingresado por completo, pero el árbitro y sus asistentes del VAR, decidieron verificarlo y, en base a las imágenes disponibles, determinaron que no lo había hecho", comentó la UEFA en un comunicado.
Al día siguiente del partido y en la misma jornada en la que se realizó el sorteo de los cruces en octavos de final del torneo, la entidad informó que se puso en contacto con el proveedor de dicha tecnología "para verificar los datos recabados durante el partido".
Por si acaso, aclaró que la decisión fue correcta y está en línea con el reglamento porque la última palabra siempre la tiene el árbitro y el VAR está llamado a intervenir justamente en las jugadas que arrojan algún margen de duda.
Pero ahora intenta determinar qué fue lo que sucedió para que dos sistemas que se consideran prácticamente infalibles, hayan emitido fallos contradictorios entre sí.
No es la primera vez que una situación así se registra en Italia, donde en 2016 y en un clásico entre Sampdoria y Genova, el árbitro Paolo Tagliavento había convalidado (con la asistencia del gol line technology y en épocas en que el VAR aún no había sido adoptado) un gol de Matías Silvestre para los "Blucerchiati" que invalidó tras consultar al cuarto árbitro porque sospechaba que el balón había rebotado delante de la línea de gol tras el cabezazo del argentino que impactó primero en el travesaño.
Más acá en el tiempo, en un partido entre Aston Villa y Sheffield por la Premier League de 2020, el sistema "gol line technology" no convalidó una conquista del visitante en un partido que terminó igualado sin goles y la empresa a cargo del mismo debió pedir disculpas porque el tanto sí fue captado por todas las cámaras disponibles en el campo de juego.
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