No a readmisión de rusos

Taekwondistas ucranianos refugiados en Italia se oponen a readmisión de atletas rusos (foto: ANSA)
Taekwondistas ucranianos refugiados en Italia se oponen a readmisión de atletas rusos (foto: ANSA)

   (ANSA) - ROMA, 23 FEB - "Con o sin bandera, son atletas que representan a un país que desde hace un año siembra el terror en el nuestro", afirmaron a coro los hermanos Oleksandr y Andryi Chumachenko, dos de siete taekwondistas ucranianos que fueron acogidos por Italia cuando estalló la guerra con Rusia.
    Esa fue su posición frente al debate surgido por la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de readmitir a los atletas rusos y bielorrusos en los Juegos de París 2024 bajo bandera neutral, decisión que divide las aguas y llevó a Ucrania a considerar la posibilidad de un boicot contra la cita olímpica.
    "Muchos atletas ucranianos no tienen la posibilidad de entrenarse porque sus gimnasios fueron destruidos (por los bombardeos rusos, Ndr) o porque se quedaron sin entrenadores", explicaron en diálogo con ANSA los gemelos de 18 años que arribaron a Italia escapando del terror a fines de febrero de 2022, apenas estalló el conflicto bélico.
    La Federación Italiana de taekwondo los acogió en el centro de Acqua Acetosa y, un año después, ambos se sienten más que agradecidos: "Los italianos siempre están dispuestos a ayudar al prójimo y nos devolvieron la sonrisa", afirma Oleksandr.
    "Agradecemos infinitamente a la Federación Italiana de Taekwondo, al presidente Angelo Cito, a los entrenadores y a todo el equipo por el apoyo que nos brindaron y que nos siguen brindando", agregó.
    Las vidas de los hemanos Chumachenko, como las de tantos compatriotas, cambiaron para siempre tras comenzar los bombardeos de ejército ruso sobre Kiev. Oleksandr, que compite en la categoría hasta 74 kilogramos, logró el bronce en los campeonatos europeos que se celebraron en 2021 en Sarajevo.
    Luego formó parte de la delegación italiana que disputó el Mundial en Guadalajara, México, y en los Europeos de Manchester, ya compitiendo en representación de Ucrania.
    Andryi, que compite en la categoría de hasta 68 kilos y ganó una medalla de oro en los campeonatos italianos con el equipo de refugiados, confiesa que pese al trato recibido en Italia, extraña su país, a sus padres, a sus abuelos y a sus parientes y afirma estar "muy preocupado por ellos".
    Ambos conversan con su familia a diario y tratan de tranquilizarlos diciéndoles que tengan paciencia y que la situación mejorará, aún cuando reconocen que notan la sensación de temor cotidiano que viven sus seres queridos, expresada en "las sirenas de alarma y en los bombardeos".
    "Actualmente, viven sin agua potable, sin energía eléctrica, ni calefacción", destacan al reconocer también que viven pendientes de cada noticia que llega desde su país y de su natal Kharkiv, "que quedó devastada", recuerdan.
    "El pueblo ucraniano -coinciden- defenderá su territorio hasta la última gota de sangre, porque si algo no comprendió Rusia es que invadió un país fuerte y determinado".
    En lo que también coinciden es en oponerse a la idea de un boicot contra los Juegos de París 2024 por parte de Ucrania y de otros países porque -aclaran- "no sería justo para los atletas que realizaron enormes sacrificios y deberían verse obligados a renunciar", explicaron al aludir no justamente a sus colegas rusos, sino a sus compatriotas.
    Por el contrario, señalan que la solución es "impedir que los atletas rusos y bielorrusos compitan", como sucede hasta ahora en distintas competencias internacionales de diferentes disciplinas a modo de castigo.
    Quien también volvió a referirse a esa posibilidad hoy fue el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, según el cual "permitir que los atletas rusos y bielorrusos vuelvan a competir como neutrales es la vía que se está analizando, pero es un camino realmente muy estrecho".
    "No sé cómo podría resolverse esta cuestión. Quizás si los atletas declarasen públicamente su rechazo a la guerra, pero algunos gobiernos están muy cerrados en sus posturas y no será sencillo encontrar una solución a este tema", admitió al reconocer que "un año de guerra representa un desastre para la humanidad". (ANSA).