El partido entre Gales e Inglaterra previsto el sábado 25 por la tercera fecha del Seis Naciones fue confirmado tras el anuncio de acuerdo por el reclamo de los "Dragones Rojos" del nuevo acuerdo con las cuatro franquicias locales.
El capitán de Gales, Ken Owens, y el director gerente de la Unión de Rugby de Gales (WRU), Nigel Walker, anunciaron que llegaron a un acuerdo para superar los problemas contractuales de los que se quejaron los jugadores.
El sindicato de rugbiers de Gales pedía que se definiera y formalizara de manera escrita el nuevo acuerdo porque muchos contratos están por vencer y todavía no hubo discusiones de renovación.
En cuanto a los nuevos acuerdos, se pedía que el 80% sea un fijo garantizado y que los bonus sean parte del restante 20%. Además, se reclamaba la abolición de la regla según la cual no se puede ir a jugar al exterior sin haber disputado 60 partidos con la selección.
El reclamo de los jugadores amenazaba con dejar a la WRU sin la posibilidad de ingresar más de nueve millones de libras (unos 10,2 millones de euros) en caso de que no se disputara el partido previsto en el Estadio del Principado, ya con entradas agotadas.
Todos los jugadores profesionales de Gales fueron invitados a una reunión en el campo de entrenamiento de la selección nacional con la Junta de Rugby Profesional, que se ocupa de los asuntos contractuales.
"Los jugadores están satisfechos y jugaremos este sábado", afirmó Owens tras el acuerdo con los equipos de Cardiff, Dragons, Ospreys y Scarlets.
"No tengo ninguna duda de que esta amenaza de huelga es algo muy serio, entonces es mejor esperar. Por otra parte, lo que reclaman los jugadores es algo razonable", había advertido afirmó el DT de Gales, Warren Gatland.
El entrenador incluso postergó el anuncio de la formación de Gales para el partido ante Inglaterra, que acumula 6 unidades en el Seis Naciones, en cuya tabla los "Dragones Rojos" todavía no sumaron.

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