(ANSA) - MOSCU, 31 ENE - A poco de cumplirse un año del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París en 2024 representan un nuevo "frente de batalla" entre ambos países.
Hoy, quien se refirió al tema fue el jefe del Comité Olímpico ruso, Stanislas Pozdnyakov, al afirmar que los atletas de su país "deben participar bajo las mismas condiciones que cualquier otro".
La admisión de los atletas de Rusia y Bielorrusia (aliado estratégico del Kremlin en el conflicto armado) en la próxima edición de los Juegos será abordada por el Comité Olímpico Internacional (COI).
La entidad debate esa opción que generó una airada reacción por parte del gobierno ucraniano, aunque contempla que compitan bajo bandera neutral, artilugio que también rechaza Kiev.
Pozdnyakov terció hoy en la disputa al asegurar que no debería haber restricciones para que los atletas de su país participen en París 2024, ni tampoco condicionamientos si lo hacen.
"Eventuales condicionamientos no serán bienvenidos, sobre todo aquellos que tienen un componente político inaceptable para el movimiento olímpico", destacó el dirigente ruso.
La semana pasada, el ministro de Deportes de Ucrania, Vadym Guttsait, anticipó que su país impulsará un boicot contra los Juegos de París 2024 si los atletas rusos y bielorrusos participan.
"Hicimos y seguiremos haciendo nuestro mayor esfuerzo para impedirlo, incluso si lo hacen bajo bandera neutral o en cualquier condición", afirmó el ministro.
"No podemos hacer acuerdos con representantes de países terroristas y mientras prosiga la guerra en nuestro país seguiremos impulsando sanciones contra los atletas rusos y bielorrusos", agregó.
La advertencia de Guttsait está en línea con el expreso pedido del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, a su par francés, Emmanuel Macron, para que se prohíba la participación de esos atletas en los Juegos de París.
Pero sólo el COI está habilitado para impedirlo y, contrariamente a lo pretendido por Kiev, se mostró abierto a la posibilidad de admitir a los atletas a esos países en la cita olímpica del próximo año.
La solución ideal no existe porque no se puede dejar conformes a todos", advertía con razón el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, quien también es miembro del COI, al anticipar que "habrá que optar por el mal menor".
(ANSA).