De ese modo igualó al español Rafa Nadal con 22 títulos de Grand Slam -son los más ganadores de la historia de grandes torneos- y desde el lunes volverá al número 1 del ranking ATP.
Tras el punto decisivo que puso cierre a una dura lucha, Djokovic llegó al palco de su personal, donde abrazó a su madre Dijana y al entrenador Goran Ivanisevic durante un largo rato, antes de abandonarse en un grito de liberación, tirado en el suelo.
El campeón serbio volvió luego a la cancha, donde permaneció sentado largo rato, con el rostro cubierto por la toalla.
En el Rod Laver Arena del Melbourne Park, el serbio salió más que decidido, mantuvo un juego muy consistente y se bancó un ambiente 'hostil por la gran comunidad griega que vive en Australia y que acompañó a Tsitsipas.
Si ganaba, el griego también podía quedar en la cima del escalafón internacional.
A sus 35 años, el serbio mantiene su invicto la temporada 2023, en el que ya había conseguido el título en el ATP de Adelaida.
Quizás por eso se desplomó cuando se fue a abrazar con su familia y cuerpo técnico, que en el box dentro del estadio se calzaron una remera alusiva a los diez títulos logrados en el primer Grand Slam de la temporada.
"Sabemos que en la cancha somos competidores, pero hay que valorar el esfuerzo de cada uno. Ésta no va a ser tu última final de Grand Slam, vas a tener muchas más que yo", le dijo Djokovic a Tsitsipas, durante la ceremonia de premiación.
"Sueñen en grande, todo es posible. No dejen que nadie les arrebate sus sueños. No importa de dónde provienes. Pienso que mientras más desventaja tienes y más difícil se te presente, más motivación hay que tener. Riégalo como si fueran unas flores, porque tú puedes hacerlo", fue el mensaje emotivo que el serbio dejó ante el público.
Djokovic definió éste Abierto de Australia como uno de los torneos "más desafiantes" de su carrera, después de la cancelación de la visa en 2022 por no estar completamente vacunado contra el Covid-19, que no le permitió jugar.
"Puedo admitir que esta ha sido la victoria más importante de mi vida", completó el serbio, tras recordar lo que vivió junto a su equipo y familia en las últimas cuatro o cinco semanas. En el inicio del torneo, hasta se había especulado con su baja por los dolores que soportaba.
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