Son los temas de dos mosaicos, verdaderos tesoros escondidos en el sótano del Palacio Farnese, la joya del Renacimiento que alberga la embajada de Francia en Roma desde hace casi 150 años.
Los suelos de mosaico de la Antigua Roma, compuestos por elegantes azulejos blancos y negros, serán accesibles al público por primera vez todos los miércoles previa reserva. De hecho, la Embajada, con la ayuda de Mirabilia Art Wonders, la empresa que organiza las visitas guiadas al Palacio Farnese, ha decidido abrir los sótanos del Palacio, que albergan los dos mosaicos que fueron objeto de una importante campaña de restauración.
Comenzó en 2021 y estará terminado en 2025, cuando todo el palacio, anunció el embajador Martin Briens, "recuperará su esplendor original".
En el caso concreto de los mosaicos, ya se han finalizado importantes obras que permitirán abrir este espacio por primera vez al público, que podrá visitarlos en el marco de las visitas guiadas al Palacio Farnese, exclusivamente con reserva a través del sitio web oficial www.visite-palazzofarnese it, en italiano y francés en semanas alternas.
Los visitantes podrán descubrir dos grandes suelos de mosaico con azulejos blancos y negros que datan de finales del siglo I d.C. y la dinastía Severa: dos testimonios notables de esta técnica artística de la Antigua Roma. El "Mosaico Marino" presenta líneas negras horizontales que simbolizan las olas, en medio de las cuales se mueven criaturas acuáticas reales e imaginarias.
Aunque no fue posible identificar con precisión la función del antiguo edificio, podría tratarse de un complejo balneario.
Aún más interesante, tanto por la delicadeza de la creación como por los temas representados, es el "Mosaico de los Acróbatas", fechado estilísticamente en el reinado de Domiciano: cuatro acróbatas desnudos están representados alternativamente de pie y sentados sobre sus caballos.
La temática de este mosaico es excepcional en el arte romano, ya que las posturas acrobáticas no se corresponden con la iconografía habitual de los 'desultores', los caballeros que normalmente se representan saltando de un caballo a otro o corriendo junto a sus corceles.
Tampoco en este caso está claro a qué edificio pertenecía esta obra, aunque las últimas hipótesis apuntan a la probable existencia de una stabula factionum, como se denominaba por entonces el edificio de las cuatro compañías que poseían y entrenaban caballos de pura sangre para luego actuar en las Circo Máximo.
En este caso concreto parece haber sido el "equipo" de los Azzurri, llamado factio Veneta, que en esta zona pudo haber tenido su "club" donde residían los caballeros y se entrenaban para las competiciones en el Trigarium, el campo de entrenamiento para las competiciones ecuestres que estaba ubicado en la parte noroeste del Campo de Marte
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