(ANSA) ROMA - La espectacular figura de un pájaro gigante formada por una bandada de estorninos sobre el cielo de Roma es una de las cinco fotografías ganadoras del Wildlife Photographer of the Year People's Choice Award, el concurso internacional que se celebra desde 1965.
La imagen ganadora es la de un oso blanco dormido en una cama excavada en un pequeño iceberg a la deriva, como ícono de la transformación del Ártico. Las fotos estarán expuestas en el Museo de Historia Natural de Londres hasta el 30 de junio.
Una tortuga jugando con un insecto y dos leonas mimando a un cachorro se encuentran entre las otras fotografías finalistas, junto al pájaro gigante sobre el cielo de Roma y una una espectacular aurora polar que ilumina a las medusas.
Las cinco fotografías fueron seleccionadas de una lista corta de 25, de los más de 75 mil de todo el mundo que participaron en el concurso.
La ganadora se titula "Lecho de Hielo", y fue tomada en el archipiélago noruego de Svalbard por Nima Sarikhani. "Es una imagen que nos permite ver la belleza y la fragilidad de nuestro planeta", observa el director del Museo, Douglas Gurr.
"Es una imagen provocativa, que recuerda el vínculo entre un animal y su hábitat" y que al mismo tiempo representa, añade, "los peligrosos impactos del calentamiento global y de la pérdida de hábitat".
El "Murmullo de los estorninos" es la fotografía tomada en Roma en la que Daniel Dencescu logró captar el momento en el que un vuelo de estorninos toma la apariencia de un gran pájaro.
'Murmullo' es el término que comúnmente se refiere al ruido de los pájaros en bandada.
Se titula "La tortuga feliz" es otra de las fotografías finalistas, tomada por Tzahi Finkelstein en Israel y que inmortaliza a una tortuga que parece sonreír y jugar con la libélula que se ha posado en su pico.
Mark Boyd tituló "Paternidad compartida" la fotografía tomada en Kenia, en la que dos leonas cuidan a un cachorro, temprano en la mañana.
Finalmente, la cuarta finalista es "Aurora Jellyfish", en la que Audun Rikardsen inmortalizó, en un fiordo noruego, dos medusas trébol de cuatro hojas iluminadas por los reflejos de una espectacular aurora boreal. A menudo sucede que estas medusas se reúnen por cientos, atraídas por la luz de las auroras.
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